La FCCEE ha tenido que enfrentar el desarrollo del primer semestre del año en forma virtual como consecuencia de la suspensión de las clases presenciales.
Todo ha cambiado y nuestro mundo universitario también. Hemos tenido que adaptarnos a una nueva modalidad “no presencial” en breve tiempo, con las herramientas disponibles, con mucha responsabilidad y lo más importante con la mejor buena voluntad y disposición de estudiantes y docentes a sus efectos. De esta forma se logró superar rápidamente ese inmovilismo inicial que generó el miedo a la pandemia retomando la actividad “normal” en tan solo dos semanas.
En toda esta revolución digital va a haber un antes y un después; el uso de la tecnología para aprender y enseñar de forma remota se va a incorporar a nuestra actividad docente. Ahora es el momento ideal para que aquellos docentes que hasta ahora han estado un poco alejados de las metodologías virtuales se atrevan a impartir sus clases de otra forma, que experimenten con metodologías de aprendizaje nuevas y de vanguardia.
Se han cambiado métodos y dinámicas de trabajo adaptándolos a esta “nueva realidad” que han multiplicado los esfuerzos de docentes y estudiantes en el corto plazo.
Se trata de que todos abran su mente y exploren, que analicen todas las posibilidades que brinda lo virtual para luego, cambiar la enseñanza presencial. Se ganaría en flexibilidad y en capacidad de reacción ante situaciones inesperadas.
Para alcanzar los objetivos formativos contamos con un profesorado dispuesto y responsable hacia la nueva formación en el plano metodológico de impartir online. Nuestro profesorado ha demostrado ampliamente el compromiso y preocupación por dicha formación en tan breve tiempo.
Hay que destacar que con celeridad UDE implementó la plataforma virtual ZOOM para que docentes y alumnos tuvieran garantizado el acceso al aprendizaje virtual proporcionando cursos de capacitación a docentes en la nueva plataforma virtual y en MOODLE -recurso con el que ya contaba nuestra Facultad- que incluye aspectos como la selección del material, las opciones de aprendizaje que brinda dicha plataforma, rediseño del curso y explicar modelos de evaluación, entre otros.
A la fecha estamos realizando las primeras pruebas de evaluación utilizando estos elementos disponibles en nuestras plataformas informáticas junto a nuevas soluciones que han implementado los docentes de acuerdo a la realidad de sus materias con el objetivo de evitar repercusiones negativas para los estudiantes.
Hemos actuado en nuestro rol profesional, como docentes, gestionadores y facilitadores, jefes de familia, compañeros de equipo, entre otros, tratando de evitar que nuestros estudiantes, nuestros docentes y nuestro equipo de trabajo esté expuesto a una incertidumbre aún mayor. Como consecuencia de la desconexión, nuestras relaciones sociales se han visto muy limitadas lo que afecta nuestra concentración y nuestra capacidad de pensar de manera enriquecida que es el resultado cuando se procede en forma conjunta conectados con grupos numerosos, “la colmena”.
Convertimos las amenazas empresariales que hacían peligrar el año lectivo en desafíos que enfrentamos con una visión pragmática y que hoy nos posiciona en forma inmejorable para planificar la educación universitaria.
Como institución educativa terciaria estamos orgullosos de los resultados que se están obteniendo; el gran desafío está en marcha.