Miguel Nogueira: Nos acompaña Federico Lemos, es cineasta, productor, y está estrechamente vinculado a los documentales en el cine. ¡Fede bienvenido!
Federico Lemos: Muchísimas gracias, un placer acompañarte Miguel.
MN: Tú historia en lo que ha sido tu perfeccionamiento, tu camino profesional, tiene mucho que ver con la Universidad de la Empresa (EDE), en tus comienzos, también.
FL: Es así. La UDE me dio las herramientas necesarias, para aplicar en lo que es el mundo del cine y del audiovisual, un montón de otras cosas que de repente no estaban tan instrumentadas en el proceso del audiovisual de Uruguay.
Digamos que, de alguna forma, el trabajo de comercializar una película, el trabajo de distribución, que es algo que también hago. Porque, no solo me dedico a la dirección, soy como un híbrido en el mundo del audiovisual. Básicamente la producción es el lugar donde me siento más cómodo y después el camino de la dirección se dio naturalmente. Ese trabajo me facilitó el aprendizaje, y las herramientas que obtuve en la Carrera de Licenciatura en Marketing en la UDE, me permitieron entender elementos muy importantes en los procesos de comercialización de cualquier cosa, ¿no?, de cualquier producto, de cualquier proyecto.
Y en ese sentido fue muy importante, porque en un mercado como éste -que el cine es muy difícil- el audiovisual en un mercado tan chico, que había que buscar alguna forma alternativa de poder distribuir de manera inteligente y exitosa, sobre todo documentales. Que no son, o no eran en ese momento cuando comencé, ya casi 13 años, tan requeridos como lo son ahora. Hoy, hay una avidez muy importante del público a nivel nacional e internacional y mundial de consumir y ver documentales. Así que, en ese sentido, me siento también muy orgulloso de haber sido parte de un proceso de cambio, en mucho de lo que tiene que ver con la forma en que los espectadores por ejemplo en nuestro país se han volcado a ver y consumir ese tipo de proyectos, de género cinematográfico, que es el documental.
MN: Has tenido muy buena puntería, después vamos a hablar de eso, en los temas a elegir. Sé que eso te debe haber llevar un trabajo importante. Y después tenés que ver si del otro lado encontrarás respuestas. Por ejemplo, si hablamos de Diego Forlán, bueno, tengo que convencerlo, ¿no? O de repente te pueden hacer una propuesta. Pero ya vamos a ir a eso. ¿Vos tuviste parte de tu vida reciente en Canadá también?
FL: La reciente, fue en los Ángeles: California. La anterior sí, en Toronto, Canadá. Pues más bien por temas del corazón, ¿no?, que me llevan a viajar y radicarme en esos países en esas ciudades. Sí laboralmente pude aprovechar las circunstancias, porque obviamente estando en los Ángeles, en Hollywood tenía que indefectiblemente conseguir contactos, rodearme. Logré básicamente concretar algunos proyectos interesantes que hoy están avanzando en paralelo a los otros que estoy en trabajo final, postproducción, o estreno. Pero siempre la base fue Uruguay, Montevideo.
La base de producción, todo el equipo técnico, todo el equipo humano, el desarrollo es muy importante destacarlo. Porque Uruguay tiene un valor internacionalmente muy importante, reconocido, en cuanto a la capacidad de los técnicos. En cuanto también al volumen de producción. Y no quise nunca dejar de lado eso, desprenderme de eso. Más allá que, estamos hablando de ciudades que tienen primerísimo valor de calidad, de desarrollo de producción. Siempre volvía acá, a poder centralizar y desarrollar los proyectos desde acá, hacia afuera. Porque mi objetivo es siempre internacionalizar los proyectos.
MN: El último tiene que ver con un tema que ha estado arriba de la mesa, que es la situación de Armenia. La situación histórica desde 1915, acá. Una anterior tuvo mucho que ver con la pandemia, con Uruguay, el Greg Mortimer, ¿no? Eso tiene, va a tener o tuvo distribución en Australia. ¿Cómo es esto?
FL: La película del Greg Mortimer, surgió a partir de una experiencia personal estando en los Ángeles precisamente varado. Fui uno de los tantos uruguayos que no podía volver.
MN: ¿No podías volver?
FL: Tuve que acudir en ese momento a Talvi, con el famoso operativo retorno, todos en casa. Fui uno de los que estuvo en lista para conseguir un vuelo humanitario que me trajera, porque no había vuelos. Estuve casi un mes y medio o dos. Y en ese momento un montón de angustia personal y vivencias que todos los seres humanos en ese momento, de alguna u otra forma vivimos o experimentamos.
MN: Y gastando la plata que uno no tiene.
FL: Sí, exacto. Y estando lejos, la angustia era adicional. Entonces ahí surge el Proyecto Greg Mortimer, desde una vivencia personal, estando varado, lejos. Tomando contacto con la noticia a través de todos los medios de prensa internacional. Y en Estados Unidos viendo los replicado en todos los medios, rápidamente me di cuenta de que era un tema que iba a trascender a nivel internacional. Y, ahí surgió la idea y empecé a filmarlo en pandemia, con todo lo que eso implicaba, ¿no?
Era imposible filmar en ese momento, sí había un riesgo enorme. Fue quizás un momento de timing y de oportunidad. Me enteré después de que muchos colegas y muchos productores y directores. Me dijeron, ¿querés hacer una película del Greg Mortimer?, cuándo querías comenzar a filmar, ya la tenías pronta. ¿Cómo fue eso? Entonces, es como decir, es un poco también de oportunidad de ver cuáles son los temas que están. Lo mismo pasó con Armenia hace unos años, que, en realidad hoy explota y sale a la luz, por lo que pasó y lo que sucedió con el Canciller Turco que acaparó todos los medios de prensa del Uruguay durante casi cuatro días.
MN: ¡Y en el Mundo se habló también!
FL: En el Mundo creo que tiene 2 o 3 millones de visitas, el gesto del canciller y se replicó en muchísimos portales. El Proyecto “Somos Nuestras Montañas”, comenzó a filmarse ya, hace muchos años atrás. No es una cosa casual; y por supuesto, sería imposible, en quince días armar una película a partir de un hecho que ocurre y que trasciende. O sea, no es una cuestión de oportunismo.
MN: ¿Y quedó adentro?
FL: No el hecho puntual, pero sí lo que la película denuncia, está confirmado a partir de ese gesto.
MN: ¿Esto fue una ratificación de lo que realmente pasa?
FL: Básicamente. Y a partir de ahí, también se cierra una etapa de cinco años de filmación. Con cuatro viajes a Armenia, de un proceso y además con una guerra en el medio que atravesó en ese territorio y la pandemia. Digamos que en pandemia a pesar de que estuvimos encerrados y con muchas limitaciones yo encaré varios proyectos en paralelo que fueron avanzando.
MN: ¿Y en este caso, esto va a tener subtitulado en armenio o qué es lo que estás pensando con respecto a esto?
FL: La película está en cuatro idiomas. Español, armenio, inglés y portugués. Tiene unificados los subtítulos en español para la versión latinoamericana. Tiene unificados los subtítulos en inglés para la versión norteamericana. Y obviamente para Armenia tiene los subtitulos en armenio unificado. O sea, que, dependiendo de los acuerdos que podamos lograr con una señal de streaming. Tanto sea Netflix o Amazon o la que se interese por el proyecto. Ahí se determina, el contenido, si va a nivel global o si se distribuye regionalmente y la cantidad de subtítulos que debe tener.
MN: ¿Cómo arrancas un proyecto cuándo ya lo tenés encaminado? Supongamos lo de Diego Forlán que te dije hoy. ¿Está aceptado, vos no tenés entrevistas por el camino, tenés que conseguir material gráfico? ¿La parte tecnológica? ¡Qué las grandes empresas de Estados Unidos alquilan las grandes cámaras también! ¿Cómo se hace eso?
FL: Hay como dos caminos que son importantes. El primero que es el técnico, básicamente lo centralizo en las cabezas técnicas de mi equipo en Uruguay. A partir de ahí se define el formato de captura; y se alquilan los equipos; y se sale a trabajar; y se determina el presupuesto. Hay otro proceso, que tiene que ver mucho más con mi preparación en la Carrera de Marketing de la UDE que tiene que ver con la parte de proyectar el plan de negocios. Determinar; ¿de qué manera se va a distribuir? ¿Cuál va a ser el modelo que vamos a seguir, para que la película antes de ser estrenada ya cumpla con los requisitos de estar en todos los ámbitos paga, en la cuestión de proveedores, en la distribución?
Y para eso, se determina una campaña de preventa con sponsors, con Instituciones Privadas, con Empresas Públicas del Estado, con Ministerios. O sea, hay un mix de apoyo público: privado, que siempre en mis proyectos está presente. Creo muchísimo en eso, que los proyectos audiovisuales, deben tener el apoyo de las dos partes. No debe ser totalmente subvencionado por el Estado, de ninguna manera y tampoco debe recaer sobre los privados. Hay que buscar un equilibrio, en ese sentido y ese trabajo se hace en paralelo. ¿Verdad? Y ahí se desarrolla y ahí se encamina el proyecto.
MN: El formato documental, película documental, ¿debe tener una duración determinada o no necesariamente?
FL: No, necesariamente, de hecho, hoy tu entras a Netflix y puedes encontrar series documentales fraccionadas en capítulos de 20 min. Esos seis capítulos de 20 min. podrían formar una única pieza.
MN: O sea sería un documental de 120 min.
FL: Exactamente, sería un documental quizás de dos horas, u hora y media, u hora cuarenta y cinco. No necesariamente, hoy, la gente por la vorágine en la cual vivimos, si la forma de consumir hoy, contenidos audiovisuales en dispositivos, la gente tiene como esa…
MN: Sí, como para parar para un café, para algo y te ves ese capítulo.
FL: Y te ves ese capítulo de veinte minutos en un almuerzo, en un momento determinado o en la tanda de un informativo. Y eso depende mucho, y condiciona también los procesos, y las definiciones. Hoy, por ejemplo, la tendencia mundial es hacer miniserie documental con una duración aproximadamente entre veinte y treinta y cinco minutos. Ahora también la definición puede estar por parte del realizador. Quiero que sea una pieza única de sesenta, setenta, ochenta minutos. En el caso de “Greg Mortimer”, la pieza fue de una hora y treinta minutos, una hora y media. En el caso de “Somos Nuestros Montañas” es una hora quince y son piezas únicas.
MN: Para que la gente diga, ¡me está sonando Fede Lemos! Porque algunos te están escuchando y otros te están escuchando y te están viendo. Repásame de memoria, apelo a tu memoria. Es decir, desde el comienzo, hasta el “Mortimer” y hasta “Somos Nuestras Montañas”.
FL: Bueno, 2010- Ópera Prima “El Último Carnaval”, sobre el famoso “Carnaval de la Pedrera”. Había ido a la Pedrera y me pareció una locura lo que estaba pasando ahí. Vi a los vecinos, vi la desesperación de cien vecinos. Vi la locura de veinte mil personas. Sentí que eso era una bomba de tiempo y me convencí, de que había que hacer una película. Fue mi primer largometraje, 2010 “El Último Carnaval”. En el 2011 el Carnaval de la Pedrera se suspende.
MN: ¡La viste toda!
FL: Y el proyecto se llamó “El Último Carnaval”, que no necesariamente porque iba a ser el último que filmé; sino porque sentía que lo que se estaba viviendo ahí, eran los carnavales de antaño. Con el tema de las máscaras, las celebraciones, era una cosa, como muy de, lo que uno entiende, bueno ¿veamos cómo surgió el Carnaval? Y sentía que era como el Último Carnaval que estaba en la región. Lo sentía así, pero también sentía ese peligro latente. Ese fue mi primer largometraje documental, en el 2010. Luego vino “Gonchi”, la historia de Gonchi Rodríguez, el piloto fallecido, hace ya veinticinco años.
Recuerdo el día que se anunció la muerte de Gonchi, creo que el tiempo y los relojes en este país se paralizaron. Y eso fue lo que me llevó hacer esa película, porque sentí que el tiempo en ese lugar del mundo, en este país se había paralizado. Y eso me había marcado mucho. Después del “Gonchi”, vino “Jugadores con Patente”, la historia del Chino Recoba, Toni Pacheco y la Murga Asaltantes con Patente. Fútbol, carnaval, Jaime Ros, murga. Era un mix explosivo y fascinante poder hacerlo. Después vino, “Diego Forlán: DF10”, “Rehenes”, sobre la toma de rehenes en la Embajada de Lima en Japón. Con el Gobierno de Fujimori. Se conmemora veinte años de esa toma.
MN: Sí, sí. Que hubo algún equipo de Telemundo, creo que cubrió eso.
FL: Además, el Embajador Uruguayo Tabaré Bocalandro.
MN: Era uno de los rehenes.
FL: Uno de los rehenes. La famosa negociación, controversial entre el Gobierno de Uruguay y los Terroristas del MRTA. Que generó un problema diplomático entre Uruguay y el país. Y además uno de los primeros eventos televisados, sino el primero por la CNN. A nivel mundial. Estamos hablando de un secuestro de ciento veinte siete días, cuatro meses, catorce terroristas y setenta y cuatro rehenes, con los famosos túneles que hizo Fujimori con los Servicios de Inteligencia, bueno que colaboraron. Esa película, se estrenó en el 2013, está en Netflix
Y después vinieron algunas más. Algunos otros proyectos, bueno “Greg Mortimer”, “La Fábula del Escorpión, Gustavo Cordera”. Gustavo Cordera, con esos dichos, que lo condicionaron en su carrera y que condicionaron a la película. Porque la película estaba pronta para salir, cuando Cordera… Hubo que reformular el guion y hacer la película de nuevo. “Cordera la Fábula del Escorpión” habla precisamente de una persona, un hombre que vive para construir un éxito y convertirlo nuevamente en un fracaso en forma permanente. Y en el momento cuando él llega al éxito lo vuelve a convertir en un fracaso y a partir de esas declaraciones, queda más que claro. Ya en ese año vamos a terminar estrenando tres películas. Lo cual es muy importante para mí, en mi carrera llegar a un año con tres estrenos, no es normal, no es muy habitual que eso suceda. Y catorce, películas estrenar en total en los últimos 13 años de trabajo.
MN: Federico Lemos es un Licenciado en Marketing, egresado de la UDE y queríamos justamente compartir contigo este buen momento y recordar esos comienzos acá en la Universidad de la Empresa. Muchas gracias.
Si no puedes ver la entrevista, comprueba en este enlace la completa entrevista al Lic. Federico Lemos.
Puedes comprobar también la entrevista en audio: