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El ingeniero Gabriel Gurméndez, expresidente de ANTEL y precandidato presidencial del Partido Colorado, fue el cuarto expositor en el Ciclo de Desayunos de Trabajo con los precandidatos presidenciales, organizado por la Asociación de Dirigentes del Marketing (ADM). En su presentación, Gurméndez destacó varios puntos clave de su propuesta:

  • Necesidad de audacia y urgencia para realizar las reformas necesarias.
  • Compromiso con la reducción de impuestos.
  • Promoción de un gran acuerdo nacional para enfrentar la inseguridad y el narcotráfico.
  • Oposición a todas las consultas populares promovidas, excepto los allanamientos nocturnos.

 



Ing. Gabriel Gurméndez

Precandidato presidencial del Partido Colorado

El expresidente de ANTEL y precandidato presidencial del Partido Colorado, Gabriel Gurméndez, fue el expositor del cuarto Desayuno de Trabajo organizado por la Asociación de Dirigentes de Marketing, de cara a las Elecciones internas del próximo 30 de junio.

Gurméndez advirtió que “el gobierno que viene no va a ser fácil” y que un nuevo gobierno de coalición “necesita un Partido Colorado que garantice el rumbo”.

El país que se viene necesita “audacia y urgencia para hacer las reformas necesarias” dijo Gurméndez.

Afirmó que es el único precandidato que se compromete a bajar impuestos; insistió en la necesidad de un gran acuerdo nacional para enfrentar la inseguridad y el narcotráfico y expresó su oposición a todas las consultas populares que se están promoviendo, salvo en el caso de los allanamientos nocturnos.

Pero también hizo lugar a la ironía al afirmar que cuando se le descalifica acusándolo de “medio rosadito”, él responde que “el presidente Lacalle Pou es el más colorado de todos los blancos”.

Jorge Abuchalja

Para muchos, son demasiados candidatos. Para nosotros, es una maravilla, cuanta gente quiere colaborar con el país; cuanta gente quiere hacer un esfuerzo por pasar los escaños, para que nuestro país esté en las condiciones que todos queremos.

Gabriel Gurméndez

Creo, que representamos lealmente lo que los ciudadanos habían votado. Algunos, algunos dicen que, por haber cumplido con esto, somos medio rosaditos. Y la verdad que yo no estuve ahí, ni por ser Colorado, Blanco claramente no soy. Pero cuando dicen eso con tono medio peyorativo, yo lo tomo como una prueba de haber actuado con lealtad con el mandato que los ciudadanos nos dieron y con el origen de la forma que hemos sido designados. Y acá vaya, poco como elogio, creo que cumplí con el cometido que me asignó el Presidente de La República, que sí me gustaría decir, que quizá sí algunos dicen que yo soy, el Colorado que se parece más a los Blancos, creo que es un elogio en decirle al Presidente, que es el más Colorado de todos los Blancos.

Creo, que el Uruguay tiene un solo camino para poder responder a las urgencias y a las prioridades que nos reclaman; y a esa sensibilidad, que creo que, nos duelen a todos en el pecho de situaciones urgentes, en materia social, de pobreza infantil, de cuidado de nuestros veteranos, de viviendas con piso de barro. El camino único para dar respuestas a las oportunidades de trabajo y seguridad que nos exigen los uruguayos, es definitivamente el crecimiento económico. El Uruguay tiene que superar ese crecimiento lacónico, lento, que no nos permite dar estas respuestas. El Uruguay tiene que animarse de una buena vez y con sentido de audacia y de urgencia a enfrentar las reformas necesarias que nos permitan nuevamente ponernos en el pelotón de esos países de avanzada, que dieron estos pasos y que le están ofreciendo hoy a sus habitantes la mejor calidad de vida que nos exigen aquí nuestros compatriotas.

Tenemos que enfrentar esta situación de un país que es caro para vivir, que es caro para trabajar, que es caro para producir y que requiere que enfrentemos la situación de un Estado; un Estado que es en definitiva una carga y un lastre importante para las posibilidades de que este País se levante y que ande. Es un Estado que está encareciendo la vida de las personas, es un Estado con una presencia de normas, de regulaciones, con una inflación de burocracias y tramitaciones que nos hacen a la vida de los uruguayos, no solamente difícil, sino más cara. Por eso, nosotros entendemos que la agenda del Uruguay, es una agenda de competencia. Tenemos que ser competitivos adentro, para poder ser competitivos afuera y poder realmente crecer, vendiendo el trabajo (y no solo trabajo a distancia) y los servicios del Uruguay hacia afuera.

Hemos estado trabajando con nuestro equipo económico, para estudiar todas estas regulaciones, normas, esta maraña de trabas que tantas veces frenan la iniciativa de progreso y las ganas de superación de los que quieren emprender. Intereses, que muchas veces bajo estas normas están protegidos, corporaciones que secuestran el interés de la gente en desmedro de las posibilidades de los más. Allí hemos estado mirando y hemos puesto ejemplos de cómo a veces estas tramitaciones innecesarias, estas regulaciones restringen la competencia como un embudo y generan, generan estos ejemplos como el que hemos manejado de la famosa pasta de dientes, si, ese ejemplo tan grafico de nuestra vida cotidiana, de cómo hacemos los uruguayos cosas que nos terminen siendo un país, un país más caro.

Nosotros nos queremos comprometer y ser los primeros en ofrecernos, con nuestras propuestas, para encontrar los acuerdos mínimos necesarios para resolver este problema en el país. Este es el problema principal que nos plantean todos los uruguayos, es el problema principal que aparecen en todas las encuestas y es el problema principal del que hablan todos los políticos. Algunos dicen que han fallado los partidos, otros dicen que ha fallado un gobierno, otros dicen que ha fallado la policía. Lo que yo no quiero que los uruguayos nos digan que ha fallado el sistema democrático y republicano. Y creo que es nuestro deber, el deber de los líderes políticos, realmente encontrar los acuerdos mínimos necesarios, para que los uruguayos no terminen diciendo, que lo que falló fue nuestra democracia y pierdan la confianza en este sistema y busquen alternativas más extremas.

Nosotros hemos visto que se proponen leyes para evitar que los funcionarios públicos entren por la ventana o se los nombren a dedo en las Intendencias. Cuando no se ponen de acuerdo los políticos en el Parlamento, salen corriendo a tratar de conseguir firmas para hacer una reforma constitucional, para meter en la Constitución que no entre gente por la ventana y no haga clientelismo político en la constitución. Una constitución que la toqueteamos para cualquier cosa, hasta el monopolio del manejo de las aguas servidas hemos metido en la constitución con un plebiscito. Entonces, cada vez que hay un problema, salimos a buscar una ley o salimos hacer una reforma constitucional. Ahora se plantea, darle rango constitucional a una norma de ética de política pública. Y yo digo, acá, al igual que en el gasto público, el tema es de gestión, el tema es de gestión, no tenemos que salir a votar plebiscitos, o referéndum o sancionar leyes para lo que hay que hacer. Para que no entre gente por la ventana en los organismos públicos, hay que votar gente que esté dispuesto a conducirse, como deben conducirse los gobernantes y que no entren por la ventana. Eso es lo que hay que hacer.