Las cuentas claras
Aunque en menor medida que en el pasado, la idea de que la contabilidad en las organizaciones es “un mal necesario” persiste en muchos actores empresariales y profesionales. Quienes así lo ven, se resignan a admitir a la contabilidad solo “porque lo exige la ley”, o “porque no se podría operar con los bancos”, o “porque conviene desde el punto de vista fiscal”, etc.
Sin embargo, la contabilidad tiene como cometido proporcionar información para la toma de las decisiones, tanto de quienes integran la organización, como de terceros interesados que tienen o pueden tener alguna relación con aquella.
Cuando está orientada hacia usuarios externos, la información contable produce informes periódicos destinados a exponer la situación del ente emisor: los estados financieros (EEFF). Aparece entonces, el doble requerimiento de que los criterios que seutilicen en su preparación y presentación sean conocidos y de aceptación generalizada.
La apertura de la economía y la consiguiente globalización de los mercados crean además, la necesidad de poder disponer de estados financieros comparables, requeridos por los administradores de dinero, inversores y otros participantes del mercado, como base para la toma de decisiones comerciales y de inversión.
Por otra parte, el constante cambio del mundo empresarial y de las realidades económicas y financieras trae aparejados nuevas operaciones, instrumentos y situaciones no previstas en las normas vigentes o en que su aplicación requiere de un análisis interpretativo. Consecuentemente, se necesita un marco de teoría contable que sirva de guía, tanto para la emisión de nuevas normas, como para la revisión de las existentes.
La Junta de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB, International Accounting Standards Board) es un organismo independiente del sector privado, con sede en Londres, que desarrolla y aprueba las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF).
Las NIIF y sus antecesoras las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC) son un conjunto de normas que establecen la información que debe presentarse en los estados financieros y la forma en que esa información debe aparecer en dichos estados. Su objetivo es reflejar la esencia económica de las operaciones del negocio y presentar una imagen fiel de la situación financiera de una empresa.
Importancia de las normas internacionales de contabilidad
Actualmente, existen vigentes 28 NIC y 16 NIIF, que se aplican en 138 países de todos los continentes, con mayor o menor alcance. Llamativamente, los Estados Unidos de América han sido de los más reticentes en adoptar las NIIF, dada la histórica utilización de su normativa local, los Principios de Contabilidad Generalmente Aceptados (US GAAP, Generally Accepted Accounting Principles). La convergencia entre las NIIF y estas últimas es un largo proceso de décadas del que no puede pronosticarse su finalización.
En Uruguay se ha dado rango legal a las NIC desde 1991, en principio de manera parcial y acotada. A partir de 2011 (decreto 124/011), en consistencia con normativa del Mercosur, las empresas emisoras de oferta pública deben presentar sus balances aplicando plenamente las NIIF. Estas y demás pronunciamientos del IASB, una vez vigentes a nivel internacional, serán automáticamente obligatorios.
Las organizaciones que ofertan en bolsa en Uruguay son históricamente pocas. Actualmente, sólo siete son emisores de acciones y otras catorce (algunas del sector público) de obligaciones negociables. Desde 2018, también las entidades financieras deben aplicar las NIIF.
Existen también las llamadas NIIF para PYMES. Se trata de una norma autónoma reducida, diseñada para satisfacer las necesidades y capacidades de las pequeñas y medianas empresas (PYME), que se estima representan más del 95 por ciento de todas las empresas del mundo.
De acuerdo a la normativa vigente en nuestro país, existen tres tipos de emisores de EEFF: quienes deben aplicar las NIIF para PYMES, quienes deben aplicar las NIIF “plenas” y aquellos que deben aplicar únicamente algunas secciones de las NIIF para PYMES.
El dinamismo de las NIIF es grande y sus cambios pueden impactar de manera fuerte en los países que las aplican. Como ejemplo elocuente, en este año 2019 empezó a aplicarse la “NIIF 16 – Arrendamientos”, que modifica sustancialmente el tratamiento contable de los activos y obligaciones del arrendatario, lo que provoca en algunos casos fuertes cambios en los índices que surgen del balance de las empresas involucradas.
Lo reseñado pretende mostrar la necesidad de conocer la existencia e importancia de la normativa contable internacional, lo que no debe limitarse a los profesionales expertos en la materia.