Mi experiencia en la Logística Marítima me indica que rara vez se tenga en cuenta que el mayor y mejor de los medios de transporte de mercancías pueda estar a merced del imponderable tiempo así que voy a mostrar a continuación un hecho real que afectó a todos los interesados: Buque, Autoridad Portuaria, Armador, Autoridad de Control-Prefectura Nacional Naval, Consignatario y Operador Portuario.
El 30 de junio de 2004 se encontraba amarrado en el Puerto de M`Bopicuá, Departamento de Río Negro, Uruguay, un buque granelero a la espera del amanecer para comienzo de carga de chips. Se trataba de una importante nave en tamaño y desplazamiento.
A las 06:00 h de ese día el amanecer se asomaba radiante en tanto que las bodegas Nº3 y Nº5 estaban comenzando a operar con 2 cintas. El tiempo se mostraba firme y de brisa suave.
Fue entonces que a las 06:10 hs. los vientos se incrementaron a brisa fresca y el Capitán dispone que la tripulación pase a estaciones de emergencia. A las 06.15 hs. los vientos aumentan a tormenta violenta.
Toda la tripulación estaba en puestos de emergencia. Repentinamente, una célula de tormenta desarrolla fuertes vientos horizontales de dirección E/SE, a 106 km/h según la estación meteorológica del muelle, un anemógrafo digital “Davies Mk Vantage Pro Type”.
Por declaraciones del superintendente del buque, testigo presencial, la proa se separó del muelle 10 m, en tanto la popa estaba en contacto con el muelle. El cabo largo de proa falló (se rompió) y la cinta de bodega No.3 cayó al mar, en tanto la cinta de bodega No.5 cayó a tierra.
El Capitán del buque decidió, una vez que la tormenta amainó, aflojar amarras y mantener nuevamente al buque paralelo al muelle, separado 20 m, para evitar daños mayores al navío y a los cargadores.
A las 06.30 h del 30 de junio el viento decreció rápidamente, y a las 07.00 h el viento volvió al nivel de brisa ligera.
El Pronóstico Oficial del Servicio de Oceanografía, Hidrografía y Meteorología de la Armada indicaba: viento del SSE Fuerza 4/3 con períodos de Fuerza 2 y variables. Cielo nuboso con precipitaciones y ocasionales Tormentas. Visibilidad regular por hidrometeoros, buena por períodos. La realidad fue totalmente distinta.
La velocidad máxima del viento en la Estación de Prefectura fue de 106 km/h, pero considerando las rachas probablemente alcanzara los 120 km/h; los anemómetros no registran estos guarismos por condiciones técnicas.
La causa del accidente fue una inesperada alta velocidad del viento con duración de apenas 15 minutos y que superó las condiciones de amarre del buque. Este tipo de tormentas son locales e inesperadas y producen fuertes vientos en un corto período de tiempo. El fenómeno es originado por la nube CUMULO NIMBUS que crece verticalmente hasta los 9 a 12 km y desarrolla un imprevisible viento en su base que sopla con sorprendente violencia. Si la nube es además térmicamente inestable puede desarrollar tornados y trombas marinas.
El resultado final fue la pérdida de las cintas, cada una por valor de USD 300.000 (que puede acabar en un concurso de acreedores).
Mag. Cap. Gerardo Lebel
Perito Naval no.245/06
El Cap. Gerardo Lebel es egresado de la Escuela Naval y cuenta con 46 años de actividad marítimo portuaria, 2 becas en el exterior, 6 libros editados sobre temas de su área de conocimiento, cuenta con 6 postgrados y cursa actualmente un doctorado. Es docente de la Facultad de Ingeniería de UDE en Logística Naval y Logística de Cadena de Frío.