Silvana Flecchia explica cómo la UDE lleva ciencia al interior profundo con proyectos como Agrolab y Finuro STEAM, uniendo docencia, territorio e innovación.
En esta edición de La Gaceta Entrevista, Miguel Nogueira dialoga con la Prof. Silvana Flecchia, coordinadora de los laboratorios de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UDE.
Flecchia comparte cómo la universidad promueve la educación científica en el interior profundo, a través de proyectos como Agrolab con Fundación UPM y el innovador programa internacional Finuro STEAM, junto a universidades de Finlandia. Un trabajo que incluye análisis de agua, biotecnología aplicada, laboratorios móviles y un compromiso real con la formación científica rural.
Si no puedes ver la entrevista, comprueba en este enlace la completa entrevista con la Prof. Silvana Flecchia
Miguel Nogueira: Hoy vamos a hablar con la profesora Silvana Flecchia. Silvana es profesora de química y coordinadora de los laboratorios de ciencias de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UDE, la Universidad de la Empresa. Silvana, bienvenida.
Silvana Flecchia: Bueno, muchas gracias, Miguel. La verdad que es un gusto estar por acá compartiendo un poco las vivencias que tenemos en la Facultad de Ciencias Agrarias.
MN: Hoy vamos a hablar de educación científica, lo que incluye también la tarea de investigación y la extensión universitaria. Tú me decías antes de empezar: llevar la educación científica al Uruguay profundo. ¿De qué estamos hablando?
SF: En la UDE hacemos educación científica hacia adentro con nuestras carreras técnicas y de ingeniería agronómica, y desde la extensión universitaria —una función clave como docentes— llevamos esos aprendizajes a otros lugares, más allá de las puertas de nuestra facultad. Este es el tercer año que trabajamos con Fundación UPM en el proyecto Agrolab Educación Científica, donde colaboramos con centros educativos de primaria, secundaria y UTU, diseñando e implementando prácticas centradas en la educación científica con foco en las ciencias agrarias.
MN: Aterricémoslo un poco para el público. ¿De qué se trata concretamente?
SF: Trabajamos con estudiantes y docentes del interior profundo, como Arévalo (Cerro Largo), Curtina, San Gregorio… lugares muy pequeños. Allí promovemos la educación científica con prácticas como análisis de agua. Armamos laboratorios en zonas rurales, y los estudiantes traen muestras de sus casas o emprendimientos. Analizamos parámetros fisicoquímicos, identificamos potabilidad y promovemos la reflexión crítica sobre los datos.
MN: Imagino que a veces se encuentran con resultados inesperados…
SF: Exacto. Más allá de la precisión, se trata de acercar a los estudiantes a la ciencia, a la toma de decisiones informadas y al pensamiento socio científico. Llevamos un equipo con Shil Rivero (MSc en Biotecnología), Camila Fabreu y Carolina Bertolini, nuestras asistentes de laboratorio. Hacemos también biotecnología: llevamos plantas in vitro desde nuestro banco de germoplasma, y enseñamos cultivo biotecnológico. Los estudiantes cultivan frutillas, que siempre resultan muy atractivas.
MN: Me da curiosidad: ¿qué tipo de agua encuentran?
SF: De todo. Por ejemplo, cuando Montevideo tenía problemas graves de potabilidad, comparamos muestras con las de Fraiventos o Pueblo Greco, y el agua que ellos consumían estaba en mejor estado que la de Montevideo en ese momento. Y sí, también sucede en la industria vitivinícola: a veces el agua local es mejor que la envasada.
MN: ¿Qué es el proyecto Finuro Steam?
SF: Es una colaboración entre dos universidades finlandesas (Jyväskylä e Inst) y la Facultad de Ciencias Agrarias de la UDE. En 2023 ganamos un fondo de movilidad de la Agencia de Educación de Finlandia para implementar el enfoque STEAM: ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas. Es un enfoque interdisciplinario que promueve una educación más integradora. A fin de mes recibimos una delegación finlandesa; en septiembre pasado viajamos nosotros.
MN: ¿Vos fuiste?
SF: Sí, fui yo porque coordino el proyecto. Una de las cosas que más me impactó fue el enfoque en el bienestar docente y estudiantil, y el seguimiento personalizado de las trayectorias educativas. Es otra cultura educativa.
MN: Ahora volvamos al principio. ¿Cómo reciben estas propuestas los centros educativos del interior?
SF: Muy bien. Este es el tercer año de ejecución con financiación de UPM. Ganamos un premio DERES por este proyecto. Trabajamos codo a codo con los docentes; no vamos solo a “hacer”, sino a construir juntos. Además, generamos alianzas entre educación media, primaria y la universidad. Por ejemplo, una escuela rural de Paysandú nos contactó por agua contaminada con coliformes. Nuestra docente de suelos analizó el caso y detectó que el pozo negro estaba filtrando al pozo de agua.
MN: Un ejemplo claro de cómo se genera sinergia…
SF: Exacto. Tenemos estudiantes de Pueblo Greco cursando la Tecnicatura Forestal, interesados tras conocer las carreras en nuestras visitas. La UDE ofrece carreras semipresenciales, con alta inserción laboral y enfoque práctico. Llegamos a liceos y escuelas técnicas.
MN: Yo vengo de una generación que tenía laboratorios completos en los liceos. Luego eso desapareció. ¿Cómo está ahora?
SF: Algunos liceos tienen laboratorios, pero muchos docentes no se animan a usarlos. Nosotros los acompañamos, los incentivamos, compartimos técnicas, y los incorporamos a nuestra aula virtual Moodle, donde seguimos en contacto.
MN: Hemos estado hablando con la profesora Silvana Flecchia, profesora de química y coordinadora de los laboratorios de ciencias de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UDE. Gracias.
SF: Gracias, Miguel.