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Hoy es un día de alegría, celebración y reflexión en nuestra querida Universidad de la Empresa y en todo Uruguay. Hoy, aplaudimos el esfuerzo, dedicación y valentía de nuestra selección sub 20 de Uruguay, que con su victoria en el campeonato mundial de fútbol, ha mostrado una lección de vida invaluable para todos nosotros.

No es solo una victoria en el campo de fútbol, es un triunfo de valores, de la fuerza del espíritu, del amor y del compromiso que nos inspira a todos. Hoy, nuestros niños, niñas y adolescentes no faltaron a clase, sino que asistieron a una lección inolvidable sobre el coraje, la lealtad y la responsabilidad.

Esta victoria nos enseña la importancia de luchar por lo que se quiere, sin importar los obstáculos que se presenten en el camino. Nos muestra que no existe éxito sin esfuerzo, sin aprendizaje, sin conocimiento, sin valores y sin el apoyo de los demás.

Estos jóvenes campeones no solo representan un logro histórico para el fútbol uruguayo, sino que también se convierten en un faro de esperanza en un mundo a veces difícil de entender. Nos demuestran que, a pesar de todo, siempre podemos mantener nuestra fe en el futuro, en nuestros jóvenes y en la posibilidad de cambiar las cosas para mejor.

Como docente, he aprendido que los momentos que más recordamos y que más nos marcan no son necesariamente los que ocurren en el aula, sino aquellos en los que el corazón y el cerebro se unen para dar lugar a un aprendizaje significativo. Y no tengo dudas de que esta victoria será uno de esos momentos para muchos de nosotros.

A lo largo de los años, he tenido el privilegio de presenciar y participar en el crecimiento de muchos estudiantes, y siempre he encontrado que lo que más valoramos no son los logros académicos en sí mismos, sino los valores, las experiencias y las lecciones aprendidas en el camino.

Así que hoy, quiero felicitar a nuestra selección sub 20, pero también quiero agradecerles. Gracias por demostrarnos que con dedicación, coraje y amor, podemos superar cualquier desafío. Gracias por recordarnos la importancia de soñar en grande, de luchar por lo que queremos y de nunca rendirnos, sin importar los obstáculos.

Hoy, cada niño, niña y adolescente en Uruguay tiene un ejemplo a seguir, un modelo de perseverancia y coraje. Hoy, todos hemos aprendido una valiosa lección que nos ayudará a enfrentar nuestros propios desafíos con la misma valentía y determinación.

Finalmente, quiero decirles a todos ustedes, queridos estudiantes, que sigan adelante, que no dejen de soñar y de luchar por lo que quieren. El camino puede ser difícil, pero como hemos visto, los resultados valen la pena.

¡Vamos Uruguay, vamos a seguir construyendo un futuro prometedor juntos!

¡Gracias, chiquilines, por esta maravillosa lección!

Saludos cordiales,

Dra. Beatriz Peluffo, Decana Facultad Ciencias de la Educación, UDE