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La construcción de un nuevo canon

El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, abre debates variados.

Estemos a favor de tomar este día en particular para la reflexión o, si por el contrario, consideramos que es una acción de todos los días, el 8M sirve para posibilitar el diálogo sobre las decisiones que naturalizamos desde nuestras prácticas profesionales.

Como diseñadores, debemos ser conscientes de los caminos que tomamos, las consecuencias de nuestras decisiones, así como del potencial cambio que podemos llevar adelante como profesionales universitarios.

Es así que en este mes, invitamos a pensar sobre la influencia de los estereotipos asociados al género presentes en los criterios canónicos establecidos y asociados al diseño gráfico, los cuales han sido construidos desde una perspectiva masculina.

En este ejercicio reflexivo, queremos analizar la utilización inconsciente de recursos que, sin quererlo, reafirman ciertos constructos estereotipados sobre lo femenino.

A partir de la elección de categorías de análisis, asociadas a elementos empleados en el proceso de diseño de nuestras carreras, intentaremos evidenciar el encasillamiento sobre el cual muchas veces trabajamos:

Color:

Los colores no poseen género. La asociación de paletas cálidas y pasteles al mundo de significación femenino y paletas frías y oscuras al masculino, es producto de una repetición histórica que sigue siendo legitimada por instituciones, diseñadores y personas en su quehacer cotidiano.

Esto no significa salir corriendo a cambiarle el color al lazo de lucha contra el cáncer de mama, o dejar de vestir a los bebés de celeste. Simplemente intentar hacer un esfuerzo en reconocer que en la medida en la que no abramos el espectro y habilitemos, como diseñadores, otras combinaciones cromáticas, estaremos reafirmando esta división.

Forma:

Es hora de cuestionarnos la repetición del discurso que asocia las formas verticales y geométricas a lo masculino, mientras que reconoce en las formas curvas y orgánicas lo femenino.

Discurso basado en una construcción histórica que se remonta a una lectura de la prehistoria, como si esta división se justificara en nuestro ser primitivo, y por tanto, imposibilitara considerar otras configuraciones formales.

A su vez, la asociación de un lenguaje curvilíneo a lo femenino contribuye a la prefiguración corporal y perpetúa bajo determinadas conformaciones físicas la sensualidad.

Símbolos:

Representaciones visuales con mayor o menor grado de abstracción, utilizados desde la construcción de un identificador gráfico hasta el diseño de un estampado textil.

El ejemplo más claro que encontramos en esta categoría es la utilización de la flor, que trae asociada conceptos de fragilidad y delicadeza.

La pre-concepción de estos conceptos como imposibles, en la configuración de lo masculino, no tiene asidero.

En el período Edo de la cultura japonesa la flor del cerezo era un símbolo asociado a la figura del samurái, asociando el corto período de floración con el tiempo de vida del guerrero.

Texturas:

Nuevamente la división de opuestos en este caso asociado a las texturas suave-áspero, liso-rugoso, fino-grueso, etc, vinculadas a una construcción opuesta de géneros donde lo masculino es duro, agresivo, tosco,mientras que lo femenino es su opuesto, solo contribuye a generar una polarización a nivel estético.

La combinación de estas cuatro categorías, junto a determinada configuración, espacialidad, volumetría, tipografía, construyen mensajes.

El uso de estos recursos no es nocivo en sí mismo, pero su única sumatoria termina siendo perjudicial.

Al enfrentarnos a diseñar para un público determinado y acotar las decisiones a un repertorio estereotipado, contribuimos a generar un solo modelo, inhabilitando por omisión otras posibles y heterogéneas combinaciones.

Nuestras prácticas como diseñadores profesionales generan la legitimación de los cánones que hemos naturalizado, impulsar una revisión de los modelos replicados en clave de género, nos permite considerar aquellos aspectos del modelo con los cuales coincidimos y proponernos nuevos modelos en aquellos casos que por una u otra razón no se ajusten a nuestras necesidades, nuestros ideales y nuestra prefiguración profesional.

Nos encontramos frente a una oportunidad única de enfrentarnos a la necesidad de establecer cuán alto será el salto que decidamos dar, cuán transgresores de los paradigmas ya establecidos y cuán osados en la determinación de lo que creemos es un ideal de diseño y un profesional de ese diseño ideal.

La construcción de un nuevo canon de diseño puede surgir de la UDE

Pero deberá apoyarse en la tarea de nuestros egresados, docentes, y sobre la construcción de un campo teórico del diseño al respecto. Para esto, debemos ser conscientes de nuestras propias características, nuestra historia, nuestra idiosincrasia gráfica, objetual y espacial.

Consideramos que uno de los primeros fenómenos que podemos manejar en contra del arquetipo de lo femenino, construido desde un discurso masculino, es considerarnos capaces de establecer teorías epistémicas propias con una mayor solvencia y profundidad que las heredadas hasta el momento. Para así empezar a definir quiénes somos y quiénes queremos ser.

Beatriz Leibner:

Licenciada en Diseño Aplicado de la UDE, Facultad de Diseño y Comunicación

Licenciada en Diseño Aplicado de la UDE, Facultad de Diseño y Comunicación 2004. Actualmente se encuentra comenzando la Tesis de la Maestría en Educación de la UDE. Es docente en la Licenciatura en Diseño Gráfico y Licenciatura en Diseño de Indumentaria de UDE y docente G3 en  la Licenciatura en Comunicación Visual (UdelaR). Desde 2018 se desempeña como Asistente de Rectorado de UDE, trabajando en gestión y calidad del conocimiento entre otras tareas.

En 2017 gana el llamado a proyectos de  investigación, siendo responsable de “Identidad y Señalética Urbana, Estudio de las estructuras de significación generadas en la población de Fray Bentos a partir de la implementación de un programa señalético como intervención urbana. Participación como docente responsable”

Dentro de sus publicaciones destacan el artículo “Diseño de información Estrategias para la reflexión en el proceso de lectura” IV Jornadas de Investigación en Edición, Cultura y Comunicación 2016 Facultad de Filosofía y Letras UBA; “Siga el baile, siga el baile…” Seminario Taller ideas y acciones integrales, FARQ UDELAR; “Diseño y Salud: El caso Instituto de Higiene.” Extensión en Tensión, FARQ UDELAR. Montevideo.

Desde 2016 a la fecha es coordinadora del Proyecto de Extensión Diseño de Sistema Señalético para el Paisaje Industrial Fray Bentos. En 2015 participa como docente del proyecto de Extensión “Diseñar Solidario, Aportes del Diseño de Comunicación Visual a la Economía Social y Solidaria como factor estratégico de fortalecimiento y participación.”

leibner beatriz