Pregunta que en un principio se puede responder con otra pregunta ¿en cuáles encuestas? Y aún más, ¿en quienes podría haber caído esa confianza?
En un principio podríamos hacer, a los efectos de responder a esta pregunta, una primera distinción entre las encuestas que se utilizan para la toma de decisiones normalmente en Marketing, y las encuestas de Opinión Publica.
Dentro de esta últimas, y son solo una parte de ellas, las de intención de voto.
Los decisores siguen trabajando con las encuestas para la toma de decisiones, no parece haber una pérdida de confianza en las mismas, es una herramienta que en la mayoría de los casos ha ayudado al management desde hace muchos años y es altamente probable que así siga siendo.
Con respecto a las de Opinión Pública en general, las que se usan para medir la opinión de la población sobre grandes temas de interés, parece que tampoco ha habido una pérdida de confianza.
Donde hay una percepción en la pérdida de confianza, parece ser en las encuestas de intención de voto. Muy probablemente debido a la confusión que existe entre la variable que se mide y las conclusiones que se sacan.
Es decir, se mide la intención que tiene un individuo de hacer algo y se quiere concluir acerca de lo que realmente hace.
No se debe confundir la investigación con la futurología.
Si bien en muchas disciplinas hay modelos para “intentar” predecir el futuro, aún no se conocen técnicas que puedan determinar lo que va a pasar con certeza (a lo sumo con una cierta probabilidad).
En el caso de la intención de voto, hay una serie de temas que están influyendo en que la misma esté perdiendo (con los plazos que se manejan previo a las elecciones) el carácter predictivo que pudo tener de lo que habría de ocurrir. Es decir, parece ser que, debido a una serie de razones, antes había una brecha menor entre las dos variables, lo que se dice que se va a hacer y lo que efectivamente se hace.
¿Por qué ocurre esto?
Probablemente hay cambios en la sociedad de muy diversa índole que llevan a ello, entre los que podemos citar, como hipótesis, una menor tradición familiar hacia el voto de un partido, un posible menor interés en el seguimiento de campaña electoral, vergüenza en responder a quien vota, esperar hasta último momento para tomar la decisión de a quien votar, y por lo tanto tener un número de indecisos grande, etc.
Debemos considerar que las variables que influyen en el voto de un individuo son muchas y pueden estar influyendo con fuerzas contrapuestas, y no se tiene conocimiento de que haya un modelo predictivo confiable para la realidad uruguaya, que considere todas estas variables. Por tanto, eso dificulta la predicción.
Por supuesto, sin tomar en cuenta la buena voluntad de quien responde, que, si por cualquier razón no la tiene, sesga los resultados.
Ciertamente hay otros cambios sociales que están influyendo en las técnicas que se aplican en la recolección de los datos, encuestas domiciliarias, telefónicas, por internet, etc., determinan marcos muestrales que pueden ajustarse al público que se desea investigar con mucha exactitud o con muy poca.
Conclusión
Todo esto, y más, ha llevado a que se perciba una posible pérdida de confianza en las encuestas de intención de voto, pero tengamos en cuenta, que tal vez sean las menos relevantes, ya que son principalmente (para quienes perdieron la confianza) un hecho anecdótico, que sirve para la discusión y análisis del momento, pero que no debería tener consecuencias en la toma de decisiones importantes. Excepto evidentemente para los implicados, y, en este caso, a estos, las encuestas les brindan mucha más información, aparte de la intención de voto.
Julio Fitipaldo
Contador Público egresado de la Universidad de la República, Montevideo, Uruguay. Master en Dirección y Administración de Empresas (MBA) egresado de la Universidad de la Empresa, Montevideo, Uruguay. Postgrado en Metodología de la Investigación egresado de la Universidad de la Empresa, Montevideo, Uruguay. Especialización en Investigación de Mercados en las áreas cualitativa y cuantitativa, Auditoria de Mercado y Medición de Audiencia. Trabajó en Investigación de Mercados por más de 40 años. Ejerce la docencia hace más de 30 años.