En este nuevo episodio de ‘Conferencias Memorables’ de la ADM en la UDE, recordamos la impactante conferencia del Dr. Julio María Sanguinetti, realizada el 19 de mayo de 2004. Acompañados por el Ministro de Turismo, Tabaré Viera, revivimos una charla que sigue siendo extremadamente relevante en la actualidad. En esta conferencia, el Dr. Sanguinetti nos ofrece una visión lúcida sobre los desafíos políticos y económicos post-crisis de 2002, el rol de Uruguay en el Mercosur, y la importancia de la educación para el futuro del país. Su análisis profundo y su capacidad para prever tendencias futuras nos brindan una comprensión valiosa del mundo en que vivimos.
Si no puedes ver la entrevista, comprueba en este enlace la completa conferencia del Ministro de Turismo Tabaré Viera.
Miguel Nogueira: Es un honor para la Asociación de Dirigentes de Marketing darles la bienvenida para compartir hoy, para analizar, para repasar otra conferencia memorable de nuestro pasado reciente. Hoy nuestro invitado es el actual ministro de Turismo, Tabaré Viera, que nos va a ayudar a reflexionar sobre una conferencia memorable que tuvo lugar el 19 de mayo de 2004. Fíjense qué momento, el fin casi ya del, menos de un año faltaba para terminar el gobierno de Jorge Batlle, después de aquel sacudón de aquella crisis, que será el hilo conductor de esta charla. ¿Quién estuvo allí? El dos veces presidente el doctor Julio María Sanguinetti. Profesor, bienvenido.
MINISTRO DE TURISMO, PROF. TABARÉ VIERA: Bueno, muchas gracias, un gusto, gracias por invitarme.
MN: Bueno, yo le levanté el centro prácticamente al decir, y sobre todo a la gente para que se ubiquen en la época, que recuerda, usted fue un personaje, personaje en el mejor de los sentidos, ¿no?, que fue una figura muy importante en aquel momento. Desde la Intendencia de Rivera, pero además integrando una fórmula en un momento muy embromado del partido.
TV: Sí, por supuesto, tenemos vívidos recuerdos de esa época, porque efectivamente ya era año electoral.
MN: Sí, sí, sí, en octubre eran las elecciones.
TV: El partido colorado en aquel momento comenzó a sufrir dos cosas, que le trajeron graves consecuencias electorales. Una, la situación de encarar la renovación, es decir, terminaba como presidente el doctor Jorge Batlle, el doctor Sanguinetti había sido dos veces presidente, ya había anunciado que no iba a ser candidato. Dos figuras muy importantes, muy fuertes, muy imponentes, Yo diría hasta el día de hoy en el partido colorado y en el país. Por lo tanto, suceder a esas figuras siempre muy complejo políticamente. Si ustedes revisan la historia, cada vez que faltó por alguna razón un líder de esa dimensión, hubo una gran crisis política. Yo recuerdo, por poner un ejemplo, cuando falleció Wilson Ferreira Aldunate, todo lo que fue por la patria, ¿no?
MN: Sí, en el 64, la muerte de Luis Batlle costó enormemente armar la fórmula de Gestido. Se habló con Miquelini, bueno, terminó siendo Pacheco Areco, pero no lograban armar la fórmula.
TV: Cuando falleció Herrera, es decir, después de esos grandes líderes es muy difícil encargar la renovación. Y, por otro lado, enmarcados en la salida de un gobierno que le tocó, el gobierno encabezado por el doctor Batlle, nos tocó enfrentar la peor crisis económica y financiera de la historia, tal vez de la historia del país, la crisis del 2002. Si bien, ya en el 2004, claramente, como lo indica Sanguinetti en esa exposición, en esa conferencia, el país salía de esa crisis, ya ofrecían números de recuperación en su producto, muy fuertes, pero los uruguayos ya habían sufrido mucho y las crisis económicas siempre tienen un costo político.
Y en ese marco de renovación, de búsqueda de candidatos y de renovación con un gobierno que le tocó vivir hoy a la distancia, por suerte, que estaba un gobierno como el del doctor Batlle, del partido Colorado, con responsabilidad social empresarial, con seriedad, con técnicos, con buenas relaciones internacionales y pudimos salir, pero realmente pagamos costos políticos muy altos.
Y en ese marco, yo intendente en el norte, que había tenido que enfrentar y tengo mil anécdotas desde un gobierno ejecutivo, desde una intendencia, hicimos de todo para superarlo, tengo muy buenas anécdotas, pero en definitiva, bueno, más adelante, no fue en mayo, porque ahí estábamos todavía rumbo a las elecciones internas, exactamente, donde se elige como candidato a presidente, por el partido Colorado, candidato único al escribano Stirling, que había sido un gran ministro del interior, casi dos períodos de gobernador al frente del ministerio, ni siquiera una sola interpelación tuvo, y era muy visible y era una gran persona, por supuesto.
Pero bueno, tenía que enfrentar toda esta situación, así que pocos días después se produce la elección interna, es elegido candidato único Stirling, y ya casi al final faltando dos meses, en el mes de agosto o septiembre, vamos a decidir la fórmula y me honraron con que lo acompañara, digo me honraron, porque siempre es un honor que un partido como el partido Colorado le ofrezca a uno, una posición de esta representación.
MN: Y lo ubicó, y ese hecho lo ubicó, o esa decisión lo ubicó en la historia, no había que agarrar aquel fierro caliente. Permítame comenzar con la conferencia, que siempre es presentada por el presidente de la asociación de dirigentes de marketing, el doctor Jorge Abuchalja, que arrancó hablando de este título de la conferencia, Uruguay después de la crisis.
Dr. (HC)JORGE ABUCHALJA: Uruguay después de la crisis es como que no tenemos más remedio que recordar la crisis. Y tenemos que recordar la crisis porque desde estos almuerzos de trabajo, desde casi todos los eventos que ha hecho nuestra institución, en los peores momentos de la crisis tuvimos el ánimo, la postura positiva, como me preguntaba hace pocos días, el ministro de la Embajada de México, ¿por qué ustedes siempre miran las cosas con sentido positivo? Y yo le contesté porque tenemos muchísimas cosas en nuestro país para mirar la vida con sentido positivo.
Tenemos a nuestra gente, gracias, tenemos a nuestro intelecto, tenemos nuestras sierras, tenemos nuestros dirigentes, tenemos todos para mirar nuestro país con optimismo. Y como este es un año electoral, ya se terminó la veda, ya vemos en todos los periódicos, en todos los medios de comunicación, toda la campaña política, todas las propuestas, que es muy importante, porque eso nos hace disfrutar de un país democrático.
Pero atención, pero atención, pero atención, que la crisis la pudimos sobrellevar con gran esfuerzo. Con mucha creatividad, con mucho trabajo y con mucha austeridad. Por lo tanto, no nos olvidemos de lo que hemos pasado, no detengamos al país, que la política siga su curso y nosotros los empresarios sigamos defendiendo nuestras empresas, nuestro trabajo, a nuestra gente y por ende a nuestro país. Así que yo pido, gracias, yo pido no olvidarnos de la crisis.
MN: Vayamos ahora a la primera parte de aquella exposición del doctor Julio Maria Sanguinetti y como decía Abuchalja, estaba comenzando la efervescencia electoral de aquel 2004.
Dr. JULIO MARIA SANGUINETTI. Venimos hoy a reflexionar sobre una visión de futuro de nuestro país. En esa extraña paradoja que suele ocurrir en el mundo democrático, en virtud del cual, parecería que el momento de las elecciones o el momento de las campañas preelectorales en que nos aproximamos al momento de las definiciones, al instante en que los países toman rumbo, suele decirse que no es el momento más propicio justamente para la reflexión.
La acción, el agonismo parece predominar siempre en las campañas electorales sobre la pausada reflexión. Quizás sea esa una fuerte de paradoja contradictoria de la vida democrática. América Latina quizás la vive más que nadie. No hace muchos días presentamos en Lima un informe del PNUD sobre la vida democrática de nuestros países. Y nos encontramos con dos datos contradictorios. Uno, el que nunca hubo más gobiernos electos, nunca hubo más democracia electoral que ahora en América Latina.
Hace 25 años hubiera sido imposible un informe de esa naturaleza porque había sólo tres gobiernos electos. Sólo tres gobiernos electos en toda América Latina, en aquellos años, Costa Rica, Colombia y Venezuela. Hoy, a la inversa, solo hay uno solo en toda América Latina que no sea electo. Pero a la vez se mostraba, a través de indicadores de opinión pública, que una mayoría de la población latinoamericana consideraba que estaba dispuesta a sacrificar parte de su libertad, que estaba dispuesta a sacrificar parte de su democracia, aceptar un cierto autoritarismo en la medida en que resolviera problemas concretos. Y esto, sin ninguna duda, era y es preocupante. La palabra desilusión parece siempre instalarse al lado del pensamiento democrático, nuestro hemisferio. Y eso quizás sea muchas veces el producto de la ilusión que engendra luego esa frustración. Porque la desilusión está precedida.
Quizás de un momento en el cual se instaló en el ánimo público una cierta utopía, o el imaginario colectivo hizo pensar en que podían alcanzarse paraísos terrenales y luego la sensación de frustración termina siendo no sobre el gobernado que fue que tomó la decisión, ni acaso tampoco sobre el gobernante, sino sobre el propio sistema, debilitando así lo que es la creencia en aquel sistema que sigue siendo la garantía fundamental de todos. No solo para la libertad y para la dignidad de la gente, sino también para el crecimiento, porque no es casualidad que todos los países desarrollados y grandes del mundo sean democracias y la inmensa mayoría de los más pobres sean todos autoritarios. Esto es Conferencias Memorables, Una Historia Viva, el gran encuentro político empresarial y sus protagonistas más recordados.
MN: Como quedó claro allí el doctor Sanguinetti arrancó aplausos prematuramente y allí se refirió a un camino que seguramente fue de millones de personas en América Latina, es decir, él había traído a Fidel Castro años atrás además, con la esperanza de alguna apertura que en Cuba que no se dio, y entonces habló de las utopías y las disoluciones y de las virtudes que se vivían en ese momento que dijo dentro de este mal que nos pasó de la crisis, estamos en una región democrática, con la mayoría de los países con democracia. Arranquemos por ahí entonces, con esa primera parte del discurso del doctor Sanguinetti que nunca lleva ni siquiera una ayuda memoria. No lleva un papel.
TV: No, sin duda, es un orador magnífico por la forma de decir, por todo lo que le agrega, con esa cultura vastísima que tiene, pero fundamentalmente por la memoria extraordinaria, para cifras, números, datos, uno aprende mucho en cada uno de los discursos que también lo dicen. Y realmente allí pintó una situación muy especial de nuestro país y de la región y del mundo. Recordemos que de alguna manera estábamos también en la post guerra fría, donde ya habían superado nuestra Latinoamérica todas aquellas situaciones de dictaduras en la mayoría de los países. Él dice precisamente tenemos un solo país en aquel momento, hace 20 años, un solo país en Latinoamérica que no tiene un gobierno electo y así era, la democracia estaba fortalecida y fortaleciéndose en nuestra región.
Ni que hablar en nuestro país, sin embargo, teníamos toda esa situación regional de crisis, que afectó a partir de Argentina, a toda la región y también a nuestro país y en ese sentido también exhibió a esa altura en el 2004 lo grueso o la crisis que de alguna manera podés comenzar en el año 99 y él lo recuerda. 98 fue un gran año para Uruguay, también lo comenta él y en el 99 lo recuerda la fecha exacta del 13 de enero cuando devalúa Brasil y por allí entonces comienza las situaciones en la región y después la crisis financiera que importamos, nos pegó desde Argentina que básicamente en el 2002 hace que nuestro país sufra esa crisis tan particular con las consecuencias que tuvo sobre el trabajo, sobre la pobreza, sobre los grandes números y que felizmente hoy incluso los analistas, los políticos, la propia gente mira con una perspectiva histórica y empieza a valorar más la salida que lo que fue la crisis, que sí fue muy dolorosa y él allí exhibía entonces algunos números.
MN: Estamos ubicados en mayo de 2004, el conferencista el doctor Julio María Sanguinetti faltaban cinco meses para las elecciones nacionales y poco menos de un año para el final del gobierno de Jorge Batlle.
JMS: La primera pregunta es, pasó la crisis, estamos ya después de ella, la realidad nos indica cosas muy claras. En materia de crecimiento el país tuvo su año, su anus horribiles en el 2002, donde el Uruguay cayó un 12% más o menos de su PBI, con lo cual completó una caída de prácticamente el 17% entre la crisis y lo que fue el periodo recesivo que la precedió. Pero nos encontramos luego con un 2003 que en el segundo semestre crece vigorosamente y nos muestra un crecimiento final en el año del 12.5%. Un primer trimestre de este año en el cual sigue con vigor creciendo y se puede estimar que alrededor del 7% o 6, 7, 8% de crecimiento se terminará el año. Es decir, que crecimiento. Ocupación también, si miramos la ocupación con relación a la población, en el punto crítico de la crisis, valga la redundancia, que fue septiembre, noviembre del año 2002, ese fue el punto mínimo del Uruguay en su actividad económica, allí el empleo había alcanzado solo al 46,5% de su población total. Hoy está arriba del 50 y esto representa entre el 90 y 100.000 personas más trabajando. Si lo miramos por la inversa, por la desocupación también, en el mismo trimestre, que es septiembre, noviembre, porque es el peor momento de la crisis, nos encontramos con una desocupación que llegó al 20% de la población económicamente activa.
La anterior cifra era con relación al total de la población. Esta es con la población económicamente activa. Y hoy nos encontramos con más o menos un 14%. En un país que históricamente ha dado alrededor del 10% en los buenos momentos, digamos que no estamos lejos de retornar lo que podíamos llamar a la normalidad y que el avance en materia de desocupación ha sido importante, es decir que se han mejorado sustancialmente esa perspectiva. Si miramos hacia la producción, nos encontramos con lo mismo. El último trimestre del 2002 fue el peor momento, 14% cayó la producción global del país. Si miramos el último trimestre del 2003, 15% había aumentado la producción del país. De modo que ahí nos encontramos con otro dato muy fuerte, que se vincula al de las exportaciones. El año 98, año muy vigoroso del país y muy indicador de todos sus modos de medición económico y social muy culminante, marcó el máximo de exportaciones del país en aquel momento con 2740 millones de dólares. Luego, esta situación tuvo una serie de procesos declinatorios hasta 1800 millones y hoy podemos decir que este año vamos a estar más o menos igual, más o menos igual que en el año 98.
Quizás los más optimistas piensan que hasta puede superarse esa cifra. En todo caso, el vigor exportador está generando este motor de crecimiento y a su vez una clara mejoría en todo lo que es el mercado de interno. Esto nos ubica, entonces, después de la crisis, porque estos indicadores, todos coincidentes, todos en la misma dirección, nos dicen que la crisis ya pasó. Eso no quiere decir que las secuelas de la crisis estén todas superadas. Una crisis siempre deja heridas, una crisis siempre deja trasfondos, deja empresas golpeadas, gente debilitada, sueldos atrasados, es la penuria que naturalmente deja una crisis, pero ella ya pasó y en consecuencia podemos empezar a mirar al país desde otra perspectiva.
MN: Con gran fluidez el doctor Sanguinetti, bueno, lo adelantaba Tabaré Viera solo con la ayuda de su conocimiento y de su memoria fue desgranando los números de la economía y la evolución de los mismos que en algunos casos, él decía que ya estaban en igualdad con aquellos de 1998. Cómo tiró los números arriba de la mesa, de manera increíble.
TV: Sin lugar a dudas, mostrando conocimiento, obviamente había terminado su gobierno con una situación, después acompañamos el siguiente período encabezado por el doctor Batlle, toda la situación de la crisis,2002, los datos del 2003 que ya empezaron a ser positivos y en el 2004, él mostraba algunas cifras que tenían que ver con la pobreza, con el desempleo y ubicaba el desempleo en el 14% ya y que eso era de alguna manera ya un avance porque había llegado a estar en el 20 cuando la crisis, el año de crisis, ubicaba crecimiento del país, que empezaba a ser sustantivo, evidentemente que uno mira con la perspectiva de estos 20 años y miramos cuánto fue positiva esa salida, a la que hacía referencia y explicaba, una salida responsable que sacó lo mejor de la tradición uruguaya de cumplimiento de los compromisos cuando había voces que reclamaban que al igual que Argentina declarábamos el default, la quiebra y yo recuerdo que el doctor Sanguinetti siempre decía, un país como Uruguay con la dimensión económica que tiene, no puede declarar la quiebra porque no puede vivir sin crédito como ha vivido por ejemplo la Argentina o sobrevivido, y veremos el final.
No hubiera sido posible, si hubiera habido otro gobierno que no hubiera honrado a través de él, él lo explica allí a través del apoyo del Estado, que el memorable apoyo que consiguió con el presidente Bush, Batlle, el crédito puente y el perfilamiento de la deuda, evidentemente, y cumplir con todos los compromisos, no hubiéramos podido lograr eso que después incluso fue reconocido por el propio contador Astori, cuando tomó el gobierno el Frente Amplio que se hizo lo que se debía hacer, pero bueno, felizmente venimos a esta época que evidentemente aquellos números que ya se mostraban como positivos en la recuperación han sido ampliamente superados, hoy hablamos del desempleo del 8%.
MN: Exactamente, felizmente aquellos números que ya estaban dando positivos daban cuenta decía el doctor Sanguinetti, de que lo urgente siempre desplaza lo importante, en todos los órdenes de la vida hay momentos en que el urgente desplaza lo importante, uno tiene que hacer una cantidad de cosas y realmente no va a haber a la madre los que tienen la suerte y la felicidad de tener a la madre, para poner un ejemplo extremo, así familiar, pero lo urgente desplaza lo importante, Sanguinetti decía con estos números, con esta evolución, se fue el momento de que lo importante desplace a lo urgente.
JMS: Lo primero es que es el Uruguay en este mundo, en su inserción internacional y esto es decisivo, nuestro país debe, es hijo de un fenómeno internacional, nació envuelto en actos internacionales, su propio tamaño, dimensión, características, históricas, sentido y origen de su población hacen del Uruguay un país que siempre ha mirado hacia el mundo, porque es hijo definitivo de ese mundo y la amalgama que aquí produjo. Nos encontramos hoy con un mundo distinto, nos encontramos con este mundo paradójico en que la dicotomía de la Guerra Fría no ha sido sustituida por ese equilibrado y sabio multilateralismo que esperamos, en aquellos momentos soñamos con eso.
La Guerra Fría que no lo fue en América Latina, que solo lo fue entre las grandes potencias, porque en América Latina cobró mucha sangre y mucho sufrimiento en guerrillas y golpes de estado alimentadas desde uno de los, desde cada uno de los dos lados de la Guerra Fría. Nos haya hoy con, por un lado, una superpotencia americana que en el terreno militar establece una gran supremacía, supremacía sin embargo que no quiere decir omnipotencia, como dramáticamente lo demuestra hoy la Guerra de Irak. Una Europa que va logrando avances sustantivos en su propia construcción, política, económica, cultural, pero que a su vez no logra fortalecer su capacidad de negociación internacional precisamente por una carencia militar, aunque esto no sea políticamente correcto, hay que decirlo, en un momento en el cual estamos haciendo una pausa para dar lugar al pensamiento porque le ha quitado la capacidad de arbitraje y de decisión que en cambio adquieren los Estados Unidos.
Una Asia donde su vieja gran potencia, el Japón, aparece hoy también acompañada de grandes potencias emergentes, China, India, la propia Corea, y una América Latina que está a mitad de todos los caminos, ni tan pobre como el África, ni tan vigorosa como los países emergentes de Asia, ni por cierto, ni tan rica como Europa, a mitad de todos los caminos y dentro de ellas, y dentro de ellas un país como este. La respuesta frente a este fenómeno universal ante esta situación es el regionalismo y sobre ello cabrá que digamos una palabra enseguida, pero este mundo nos muestra de más otras cosas, nos muestra un mundo comercial complejo, centrado en la Organización Mundial de Comercio, pero a su vez con políticas de suicidios y con políticas de restricciones que todavía subsisten en las grandes potencias, en una tensión constante donde mucho se ha avanzado, más de lo que parece.
Leí el otro día, el señor embajador, que el Brasil ha hecho 11 reclamaciones a la OMS y ganó nueve, y en asuntos muy importantes como acero y otros, quiere decir que no es que la OMS no existe, no es que la Organización Internacional no ha avanzado algo, sí, pero subsisten todavía demasiadas restricciones, y eso lo tenemos como una contradicción entre los hechos y los principios. Por otro lado, nos encontramos en un mundo también que nos muestra fenómenos hoy dominantes que están más allá de los estados, acostumbrados históricamente a analizar todo en términos de concordias o confrontaciones entre los estados, nos cuesta asumir que fenómenos de la sociedad están más allá de los estados y son los que sacuden aún más a sus propias sociedades.
Empecemos por el Torreloismo, donde está localizado, qué estado lo representa, ni el propio Irak, que hoy es epicentro de una guerra, es la capital del terrorismo, fenómeno difuso que está más allá de la frontera, el narcotráfico, que tanto afecta a la mayoría de los países de América Latina hoy, que a Colombia estimada embajadora, tanto la golpeaba de los largos de tantos años y que ha sembrado tanta miseria y tanta pobreza y que ha desplazado tanta gente, donde está, donde se ubica, donde se consume, donde se paga, donde se financia, donde se industrializa, donde se planta, son grandes multinacionales del terror, grandes multinacionales del vicio, grandes multinacionales del delito, que hoy desafían a los propios estados. Ya no es ni la KGB, ni la CIA las que arman guerrillas o golpe de estado, el narcotráfico es prácticamente la única fuerza, el narcotráfico y el terrorismo son esos entes inmateriales, los únicos capaces de armar procesos militares que conducen incluso a fenómenos tan dramáticos como lo que hemos estado diciendo.
MN: Luego de pintar magistralmente, lo digo yo, pero seguramente lo están valorando los televidentes también, el mundo en aquel 2004, el presidente Sanguinetti se introdujo en el fenómeno del narcotráfico, que a la luz de aquel 2004, en ese caso lejos de retroceder, nunca dejó de crecer y de expandirse. Él allí habló del poder del narcotráfico, que ya era importante, sin pensar que iba a crecer tanto, que bueno, nos está golpeando también a nosotros, ¿no?
TV: Como siempre el Dr. Sanguinetti, analizando la realidad con todo su conocimiento de las causas y del pasado, pero sobre todo proyectando al futuro, decía, esas cosas tan importantes y que hoy siguen tan vigentes, por eso para nosotros es realmente una fuente inspiradora y una fuente de consulta. Y obviamente hablaba del flagelo ya no de la guerra fría y de sus consecuencias, de las revoluciones en América Latina y los golpes de Estado, sino del flagelo del narcotráfico, que con todo su poder, tanto de violencia como económico, podrían llegar a corromper estados e irrumpir en los países, con la fuerza que hoy lamentablemente vimos, y hoy directamente es uno de los grandes desafíos que tenemos los gobiernos de América Latina, porque allí está la base de muchas cosas, allí está la base de la violencia, del delito, allí está la base de la descomposición misma de nuestra democracia, pero lo cual el antídoto, para empezar, es un partido fuertes y bueno, y desarrollar políticas que combatan el narcotráfico, el narcotráfico y las adicciones, son dos temas que van juntos, pero son diferentes.
MN: Algunos que están mirando esto dicen que joven que estaba a Sanguinetti, 68 años, tenía el doctor Sanguinetti en esta conferencia, el nació el 6 de enero, es un regalo de Reyes, el 6 de enero de 1936, frente al panorama mundial que describía el doctor Sanguinetti, a qué debía apelar el país en ese momento. Bueno, habló del Mercosur y dijo con claridad a 23 años de su creación, el Mercosur parecía más un problema que una solución.
JMS: Frente a ello, un país como el nuestro ha asumido desde algunos años la respuesta regional, y eso me parece muy importante volverlo a pensar, es decir, el Mercosur sigue siendo un proyecto válido, el Mercosur sigue siendo para el Uruguay lo que fue cuando nació, muchas gente lo pone en duda hoy, los episodios vividos a lo largo de algunos años en la Argentina, especialmente la imposibilidad de nuestro hermano país de cumplir muchas veces compromisos que había asumido, no han puesto en duda esto, los propios cuestionamientos que se hacen en la región, personalmente creo que no. Porque creo que el proyecto está más allá de las circunstancias episódicas.
El Mercosur no nació para buenos momentos solamente, tuvimos sí los ocho años iniciales de expansión en que todo iba magnífico en la medida que nuestras economías crecían, luego entramos en momentos tan duros y difíciles como lo que se vivieron después, pero justamente hoy en que entramos a pensar en el mundo postcrisis, seguimos diciendo que el Mercosur sigue siendo por una determinante de la geografía, de la historia, de la cultura y de la voluntad política de nuestros pueblos también un proyecto igualmente válido con el cual tenemos que seguir andando y transitando adentro de él, y transitando adentro de él.
Naturalmente con el mismo énfasis que digo esto, afirmo también que el Uruguay no debe encerrarse en el Mercosur ni imaginar que él es simplemente una nueva fortaleza. Lo habíamos dicho muchas veces antes, pero hoy después de la crisis, esta lo vemos ya en otra clave y en otra visión. El Uruguay no ha de encerrarse y por el contrario debe profundizar aquellas líneas en las cuales en algún momento habíamos ido transitando como es por ejemplo la de los Acuerdos con México, que ya en el año 99 había tenido un gran paso, con una gran incidencia en la producción láctea, en la producción uruguaya textil, aún en la carne, que todavía es un motivo de contencioso pero que esperemos se supere, y no podemos ignorar y valorizar por su enorme significado lo que ha sido este nuevo acuerdo que acrecienta la relación con México y establece ya un acuerdo prácticamente genérico de libertad comercial.
Esto es muy, muy importante para el Uruguay y la crisis nos robustece en esta convicción. El Mercosur más que nunca tiene que ser un espacio para proyectarnos hacia fuera y no por el contrario para encerrarnos. Naturalmente la visión desde Brasil o acaso de Argentina puede ser distinta, pero la de un país de nuestra dimensión debe entender esto como una política sustantiva, tan fuerte como ser mercosuriano debe ser el de mantener viva y activa y activa la presencia en el mundo.
Acuerdos como el de México son muy, muy importantes y allí es que tenemos que seguir. La respuesta regional no puede de ningún modo significar encierro, tiene que significar por el contrario una visión mucho más amplia, una visión que nos proyecte sobre el mundo. Y a eso es que tenemos que seguir buscando Canadá, China, con la cual reanudamos las relaciones en nuestro primer gobierno y que ha sido tan sustancial para el desarrollo de nuestra industria y nuestra producción lanera, pero que hay que diversificarlo, China hoy es una potencia muy sustantiva.
Tenemos el tema del ALCA, que lo conversábamos hace un rato con algunos embajadores que fue mirado desde una perspectiva ideológica como una especie de leviatán ideológico que pretendía la absorción de Latinoamérica, cosa que nosotros nunca creíamos, porque nunca le dimos la profundidad y trascendencia que se le asumía y que hoy les puedo decir que tiene más críticos en Estados Unidos que en Latinoamérica. El ALCA hoy suena más a necesidad nuestra que de los Estados Unidos, donde desde la oposición se oye nada más que críticas y del propio gobierno, mucho menos énfasis porque la situación electoral ha puesto a muchos empresarios y a la inmensa mayoría de los trabajadores en contra de lo que pudiera hacer abrir el propio mercado norteamericano.
Quiere decir que el fenómeno ALCA hoy lo tenemos que mirar que es de ese otro ángulo. Estados Unidos hoy es más que una potencia productora, una fenomenal potencia consumidora. A veces nos perdemos de vista eso. Y como discutimos de pronto con tendinosos particulares que podemos tener en el mundo comercial, ignoramos por ejemplo que el déficit comercial de los Estados Unidos son 800 mil millones de dólares. El déficit comercial. Y que en ese déficit comercial la China, que es el principal vendedor a los Estados Unidos, el principal vendedor nacional en la China tiene 100 mil millones de dólares de superávit que los Estados Unidos.
En una palabra, hoy nada le significaría más trágico a la China que la caída de los Estados Unidos como comprador, como consumidor.
MN: Lo escucharon, lo vieron. Toma una frase, ministro, transitar adentro del Mercosur decía en el 2004, pero no encerrarse adentro de él, eso decía Sanguinetti.
TV: Que vigencia también, ¿no?
MN: Por eso, felizmente vigente, pero patéticamente vigente.
TV: Patéticamente, exactamente. Es uno de los problemas que hoy todavía lo estamos discutiendo, por el que está particularmente trabajando este gobierno, encabezado por el propio presidente Lacalle. Es decir, a 30 años ahora del Mercosur, sin duda el bloque no ha despegado, y en lugar de ser la palanca de desarrollo que todos esperamos que fuera, porque bueno, nos ampliaba el mercado interno, que ya no serían solo los uruguayos, sino de todo el bloque, se va transformando en un verdadero peso, en verdadera ancla para buscar el desarrollo. Por lo tanto, creo que lamentablemente sigue siendo un tema a discutir, ya hay quienes plantean dudan si es bueno seguir como miembros del Mercosur.
Lo había dicho Fernando Enrique Cardoso también en una comparecencia un tiempo atrás, ahí en el mismo ADM. Una comparecencia que también lo comentó el doctor Sanguinetti.
MN: Sí, porque son en este programa, porque son amigos personales de toda una vida.
TV: Exactamente. Pero en definitiva es así, a ver, el Mercosur creo que tiene muchas falencias, que debería en este momento ser reconsiderado. Estamos ingresando a más socios, Bolivia empieza su proceso de integración, y esto es como cuando en un matrimonio tiene problemas y para solucionarlo encargan un nuevo hijo.
MN: Llegamos al momento final de esa conferencia memorable de mayo de 2004 del doctor Julio María Sanguinetti. Y el tema educación estuvo ahí arriba de la mesa.
JMS: Una sociedad abierta, una sociedad dinámica, una sociedad competitiva como la que nosotros describimos, es necesariamente una sociedad con gente preparada para esa competencia y para esa discusión en la administración en la sociedad moderna. Ahí está el tema clave. Su desarrollo está en la mente, es un viejo libro de un profesor norteamericano. Y bueno, allí está el tema de educación centralmente. En la mayoría de los países se discute mucho de educación, en el nuestro también. Desgraciadamente, los debates siempre están infeccionados por el tema presupuestal. O por las visiones profesionales todas legítimas. Un profesor de secundaria mira el fenómeno educativo desde una lógica distinta al de un profesor de la UTU. El de la Universidad mira distinto al de la escuela pública. El CODICEN fue un gran cambio para lograr una uniformización. La reforma educativa de los últimos años fue también sustancial en el logro de muchos de los aspectos sociales. Las pre-escolares, las escuelas de tiempo completos, en fin, todo eso que tanto significó en la reforma educativa. Pero hay un tema mucho más de fondo.
Tenemos que preparar una nueva generación para esta sociedad competitiva. Y eso nos lleva desde los instrumentos a los fines. Los instrumentos que son algunos a corto plazo imprescindible, que son, además del lenguaje materno, el inglés y el lenguaje informático. En este mundo global que nos guste o no nos guste vino como consecuencia de una acumulación de fenómenos científicos y tecnológicos. Quien no posea esas dos herramientas, será en los años que vendrán un alfabeto funcional. Y eso hay que dárselo a todos los niños de este país. Luego habrá que pensar también en cuál es, en sustancia, la formación que le debemos dar. Y que es una formación para esa sociedad. Para una sociedad en la cual el espíritu de solidaridad social conviva con el espíritu de iniciativa y la capacidad de riesgo. Una sociedad que solo apunte al riesgo perderá ese vínculo sustantivo de solidaridad.
En nombre de la solidaridad no podemos eliminar el espíritu Para de iniciativa y no formar a la gente para el riesgo, para el riesgo en la vida. Para esa aventura de la vida que es sustancial y que es la única que vivifica el progreso y el desarrollo. Y este es un rumbo claro. El año pasado tuve la ocasión de publicar un libro gráfico sobre don Pedro Figari en la cual está precisamente ese debate en los años 20 en el Uruguay. Un debate simplistamente definido entre una enseñanza más tecnológica y una enseñanza más llamada humanística. Yo creo que el tema es hacer las síntesis, de esas cosas para entender que la educación no puede ser un paréntesis en la vida. Un fenómeno de laboratorio, sino por el contrario la preparación para esa lucha por la vida y la capacitación para ella. No es posible tampoco que en función de pensar que el mercado no ha de dominar a la enseñanza en su orientación.
Tampoco debamos caer en que la educación sea simplemente una fábrica de potenciales desocupados. O como decía don Pedro Figari y en aquellos años en luminosas palabras un proletariado intelectual que solo va a estar preparado para golpear las puertas del Estado y contribuir a su burocracia. En palabras que hoy resultan casi asombrosas cuando las leemos 80 años después. Ese es en líneas generales uno de los puntos sustantivos también. El país tiene que encarar ese tema pero en el fondo, en el fondo, no en el tema de un recurso más o un recurso menos, sino que gente es la que tenemos que preparar para este tiempo, para este rumbo, porque lo que se trata es definir la orientación. La de una sociedad libre, dinámica, abierta o por el contrario de una ensimismada, en sí mismo, administradora apenas de sus propias frustraciones y rencores, que se irá cada día angustiando más en la medida en que se aleje de los bienes de un mundo que va a seguir tentándonos y agrediéndonos con la capacidad ilimitada de innovaciones que él representa. Raymond Arón decía el progreso no es sólo velocidad sino rumbo y ese es el tema.
Creo que estas son las grandes líneas por las cuales el Uruguay en los próximos años tendrá que transitar y esto es lo inmanejable. Habrá buenos tiempos y malos tiempos. El marino sabe mejor que nadie. De los vientos los traen los tiempos y el destino, pero que en definitiva el rumbo los fija el marinero y eso es lo que tendrá que hacer la sociedad uruguaya en este tiempo entre las cuatro. Muchas gracias.
MN: Muy aplaudida terminó aquella conferencia. Él decía el papel clave de la educación y tener claro el rumbo. El hizo una comparación marítima de las tormentas del buen tiempo.
TV: Del viento que trae, pero el rumbo que continúa.
MN: El rumbo lo fija el marino.
TV: Exactamente. Creo que sí, exactamente. Esa es la función de un político en el gobierno. Fijar de acuerdo a sus ideas, a sus compromisos electorales a una realidad que tiene que evaluar si está en el medio de una tormenta. Es una cosa. Muchas veces un dicho también del Dr. Sanguinetti,muy bueno es : nunca se valora adecuadamente lo que se impide, lo que se evita. Porque a veces es inmedible, por ejemplo. Porque eso es, ante una crisis que en definitiva para seguir con el ejemplo es una tormenta en altamar donde el marinero debe decidir si correr la tormenta o ir a favor o si enfrentarla o el rumbo que va a poner el barco.
Es exactamente lo mismo de lo que tiene que hacer un gobernante, su equipo cuando toma decisiones en el medio de una crisis. Y si sale bien, nunca va a ser todo lo valorado. Si sale mal seguramente le va a ir muy mal. Pero ahí está la función del político y felizmente en esas tormentas hubo excelente timonel, decisiones serias, responsables. Un sistema político en definitiva que también estuvo a la altura y por eso en un año y poco salimos de la crisis y empezamos este crecimiento que si se observan los números que en esa conferencia daba el Dr. Sanguinetti y los que tenemos hoy, vaya que hemos avanzado.
MN: Es así. Ministro, Tabaré Viera, muchísimas gracias por haber compartido estos minutos para repasar esta conferencia del Dr. Sanguinetti.
TV: Por el contrario, nuevamente para mí fue un enorme gusto por estar en el programa, pero sobre todo por el honor de comentar, ni más ni menos, y someramente, una gran conferencia del Dr. Sangunietti que vale la pena reverla.
MN: Fue así, el repaso a una conferencia memorable organizada por la Asociación de Dirigentes de Marketing.