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En esta edición de La Gaceta Entrevista, la Dra. Manuela Cabezas (UDE) explica un proyecto interinstitucional que integra computación como disciplina en la educación media uruguaya. ¿Cómo se articulan contenidos de informática con matemática, física y química? ¿Por qué el foco no es solo “tener computadoras”, sino qué y cómo enseñar?


Si no puedes ver la entrevista, comprueba en este enlace la completa entrevista con la Dr. Manuela Cabezas


Miguel Nogueira: Hoy nos acompaña la doctora Manuela Cabezas, docente de la Facultad de Ciencias de la Educación y coordinadora de la Maestría en Educación. Hay un proyecto interinstitucional que nos interesa mucho. Bienvenida.

Manuela Cabezas: Muchas gracias. Fuimos a presentar avances de ese proyecto en la JAIIO (jornadas, congreso, simposios) en Buenos Aires. Aún estamos en una etapa intermedia, falta un año de trabajo, pero ya mostramos resultados vinculados al proyecto anterior que culminó en 2024. La palabra que lo define es vinculación: reúne varias instituciones y niveles, porque trabajamos con equipos universitarios y con profesores de secundaria. Nos une una preocupación común: cómo introducir la computación como disciplina en los niveles preuniversitarios. También impacta en la universidad, pero el foco está en secundaria (EMB y EMS).

MN: ¿Por qué es clave?

MC: Porque a medida que avanzan los cursos, los contenidos se profundizan y crecen en complejidad. Ahí hay que pensar cómo entra la computación en esos contenidos. Es un problema interdisciplinario. Existe la asignatura Informática, donde se programa y se trabaja con herramientas, pero vemos que falta una alfabetización computacional científica integrada a matemática, física o química. Para lograrlo hay que sentarse con los docentes de cada área: por ejemplo, “función” no significa exactamente lo mismo en matemática que en informática. Esas diferencias requieren diálogo fino y análisis didáctico.

MN: ¿El Plan Ceibal no resolvió parte del tema?

MC: Ceibal fue fundamental para el acceso a dispositivos, pero nosotros hablamos de contenidos: ideas, técnicas y conceptos de la computación como área de conocimiento que transformó a las ciencias. Hoy hay biología, química y física computacionales. Sin embargo, en secundaria la computación suele quedar aislada. Nuestro trabajo busca integrarla en las disciplinas y devolver al aula la discusión sobre contenidos, que en educación se había desplazado hacia métodos y estrategias.

MN: Muchos estudiantes llegan a la educación terciaria sin ese camino hecho.

MC: Es una preocupación compartida, pero también es un desafío global. En el mundo se invierte mucho para “bajar a tierra” la computación en la enseñanza. No es solo competencia digital ni tener computadoras; es qué enseñar y cómo enseñarlo.

MN: ¿Cómo trabajan en los liceos?

MC: Hacemos investigación situada con profesores y sus grupos. No vamos a “dar clase” paralelamente; co-diseñamos con docentes de informática, matemática, física o química. Valoramos su conocimiento profesional. Sin esa colaboración, los resultados no llegan a la práctica. Seguimos enfoques de investigación cercana a la práctica y realizamos análisis didáctico: qué, por qué, para qué y cómo enseñar.

MN: ¿Qué rol tiene el docente en ese modelo?

MC: El docente no es un aplicador de recetas; es coautor del conocimiento. A veces hay profesores-investigadores, pero son pocos, y aun ellos necesitan reconectar con el aula. Por eso la vinculación es la clave: la investigación no será relevante si no parte de la práctica docente, y nunca llegará al aula si no se construye con los profesores.

MN: ¿Con quiénes se articulan?

MC: Con equipos universitarios y colectivos docentes —por ejemplo, referentes de matemática (SEMUR) e informática—. La interdisciplinariedad es esencial para lograr integración curricular.

MN: ¿Qué se llevan los profesores que participan?

MC: Publicaciones, sí, pero sobre todo herramientas didácticas y criterios para seguir creciendo en su práctica. La didáctica también es un área de conocimiento que debe visibilizarse; este trabajo cruza dos campos que muchas veces no se ven: computación y didáctica.

MN: ¿Próximos pasos?

MC: Profundizar pilotos en EMS y EMB, documentar secuencias integradas entre informática y ciencias, y ampliar la red de centros. Nuestro aporte es evidencia y modelos; la incorporación curricular dependerá de otras instancias.

MN: Gracias por compartir el trabajo.

MC: Gracias a ustedes.