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En este episodio de Conferencias Memorables, el economista Jorge Caumont dialoga sobre la conferencia del Ingeniero Sebastián Piñera, dos veces Presidente de Chile. Destacan sus observaciones sobre el crecimiento de la economía uruguaya, y cómo, pese a los avances, tanto Uruguay como Chile aún están en mitad de camino hacia el desarrollo pleno. Piñera aboga por superar la ‘trampa de los países de ingresos medios’, haciendo un llamado a aprovechar en plenitud el potencial de América Latina. Además, desafía a estos países a convertirse en países desarrollados y sin pobreza antes de que termine la década.


Si no puedes ver la entrevista, comprueba en este enlace la completa entrevista al economista Jorge Caumont.


MN: Es un honor para la Asociación de Dirigentes de Marketing contar hoy con la presencia del Economista Jorge Caumont. De una vastísima trayectoria, tanto en el sector privado, como público. Ha sido y es un destacado docente; ha trabajado en el área periodística, editorialista, columnista en prestigiosos medios locales y del exterior. Consultor de diversos organismos multilaterales y bilaterales. Groso modo un resumen muy rápido de un extensísimo currículum vitae. Economista gracias por compartir con nosotros este encuentro de hoy.

JC: Es un placer y un honor que me hayan dicho, como habitualmente ADM, me invita a todo este tipo de jornadas. Y además ahora entrevistas memorables que es muy importante.

MN: Les recuerdo que la dinámica propuesta no va a permitir con la presencia de distintos invitados; en este caso el Economista Jorge Caumont, aquilatar el valor de cada una de estas “Conferencias Memorables”. El jueves 27 de octubre de 2011, siempre le damos la fecha exacta para que se ubiquen el conferencista invitado fue dos veces Presidente de Chile, Ingeniero, Empresario, Político Sebastián Piñera. Fue en el Club de Golf, habitualmente ahí son los desayunos de ADM. Pero ese almuerzo fue ahí en el Club de Golf y Piñera disertó en presencia de los Presidentes mandato cumplido como habitualmente dice Jorge Abuchalja, Julio María Sanguinetti, Luis Lacalle Herrera y Jorge Batlle; y el entonces Vicepresidente de la República Danilo Astori. En Uruguay transcurría básicamente el segundo año del Gobierno de Mujica, en Chile el segundo año de Sebastián Piñera. ¿Qué recuerda de ese 2011 y ese momento que vivía Uruguay, la Región y el Mundo?

JC: Antes quisiera hacer una digresión respecto a eso.

MN: Adelante.

JC: Es la siguiente, yo en la Universidad de Chicago tuve algunos Premios Nobel de profesor; había más Premio Nobel que alumnos. Y recuerdo que Milton Friedman decía que no le gustaba que leyeran el currículum de él, simplemente que dijeran Profesor de Economía. Y a mí me parece que eso es muy bueno, porque el que quiera saber más del currículum que lo vaya a buscar a donde sea.

MN: ¡Y en estos tiempos es más fácil!

JC: ¡Es más fácil!

MN: Me pareció por respeto, cuatro o cinco líneas había que decir.

JC: Yo no lo digo como que está mal, sino lo digo como que decía Milton Friedman en ese caso.

MN: Nada más, ni nada menos que Milton Friedman.

JC: Yo estuve escuchando la Conferencia de Sebastián Piñera. Él menciona, esto también es una digresión, al comienzo que Chile tiene vínculos con Uruguay. Pero los vínculos que mencionó no han sido vínculos institucionales; más allá, que no los mencionó, que los que tienen compartidos en los organismos multi y bilaterales de crédito, y además comerciales como MERCOSUR y demás. Pero realmente una relación institucional entre Uruguay y Chile, yo no recuerdo que haya habido. Él menciona como vínculos entre los países, en primer lugar, lo que ocurrió en la cordillera, en segundo lugar, la relación entre Juana de Ibarbourou y Gabriela Mistral. Y después menciona la relación entre Benedetti y el Premio Nobel Pablo Neruda.

MN: Pablo Neruda, lo escucharemos más adelante eso.

JC: A bueno, si lo escuchamos lo digo. Yo creo que Pablo Neruda y esta es la anécdota o lo que quiero mencionar, tuvo más relación con el Arquitecto Alberto Mántaras Rogé, que con Mario Benedetti. El Arquitecto, fue el que le prestó a Neruda y por el cual Neruda después hizo un poema, una finca en Atlántida. En dónde pasó varios días, varias semanas con una amiga. Una amiga, y él, Mántaras fue cómplice de esa relación por fuera de la habitual del Premio Nobel de Literatura. Quería mencionar eso, porque primero no hay relaciones institucionales que yo conozca; en segundo lugar, creo que la relación no era tanto Mario Benedetti con Neruda; sino Neruda con el Arquitecto Mántaras Rogé que era francés. El hermano de él fue Presidente de mi Institución que hoy es el “Club Malvín”.

MN: Vale la anécdota. Vamos a meternos en la conferencia. Y como es habitual el Dr. Jorge Abuchalja es quien hace la presentación y allí Abuchalja hablaba de lo que ya era una realidad en Chile; es decir la cantidad de tratados de libre comercio, firmados por el país trasandino.

JA: A nosotros, empresarios uruguayos nos ha interesado sobre manera la experiencia chilena y la forma en que han mantenido en el tiempo una economía estable y abierta. Con una participación en el comercio internacional en constante desarrollo; resultando ser Chile el país con más “Tratados de Libre Comercio” en el Mundo. Como dijera el estadista Sir. Winston Churchill, “Para mejorar, hay que cambiar, para ser perfecto hay que cambiar a menudo”. Chile en ese sentido, ha demostrado una sorprendente elasticidad y flexibilidad para adaptarse a los cambios que le plantea la globalización de la economía. Esa capacidad marca una notable diferencia porque permite, tal como dice el lema de nuestra Institución “Hacer que las cosas sucedan”.

MN: Trascurrida la presentación de Jorge Abuchalja, viene el primer tramo que hemos elegido. Como bien decía, el Eco. Jorge Caumont, Piñera allí habló del “Milagro de los Andes”, habló de esas relaciones de Juana de Ibarbourou y Gabriela Mistral, lo de Neruda con Benedetti que contaba Caumont. Y entró en tema, alabando el crecimiento de la economía uruguaya en ese presente, pero realizando una advertencia.

SP: No es casualidad, que hoy día Uruguay y Chile sean los dos países con mayores ingresos per cápita de América Latina. Cerca de quince mil dólares de ingresos per cápita. Sin duda es un gran logro y hay que saber reconocer los logros. Particularmente uno destaca como Uruguay lleva ya muchos años en que ha sabido reencontrarse con el crecimiento sólido, lleva por lo menos siete años creciendo en torno al siete por ciento.

Pero yo quiero dar la voz de alerta, tanto Uruguay como Chile estamos recién a mitad de camino. Y todos sabemos los que hemos escalado montañas, que la segunda parte es la más hermosa, pero también es la más difícil. Hoy en día a florecido una literatura en el mundo entero, que habla de la trampa de los países de ingresos medios. Y se refiere a que desde la década de los sesenta y hasta segunda década del S. XXI son contados con los dedos de una mano los países que han logrado cruzar ese verdadero desierto y pasar del mundo de la pobreza al mundo del desarrollo. Son muy pocos, Singapur, Corea, Taiwán, Japón y algunos pocos más. La inmensa mayoría e incluidos todos los países de América Latina, no hemos sabido dar ese gran salto adelante.

Y la pregunta es ¿por qué? Porque después de doscientos años de vida independiente en un continente que fue sin duda generosamente provisto por Dios, que tenemos un territorio vasto, recursos naturales generosos, que no hemos tenido las guerras que cruzaron a Europa en el siglo pasado; que no hemos tenido los conflictos religiosos que han afectado a tantos países en que unos y otros se matan en nombre del mismo Dios. En que tampoco hemos tenido los problemas raciales que caracterizan a algunos países del África. ¿Por qué América Latina sigue siendo un continente subdesarrollado? ¿Por qué América Latina no ha sabido aprovechar en plenitud su potencial? ¿Por qué en América Latina todavía un porcentaje muy importante de nuestra población vive en condiciones de pobreza? Nuestros países han celebrado, estamos celebrando o vamos a celebrar los primeros doscientos años de vida independiente.

De hecho, Uruguay lo hizo hace muy poco, Chile lo hizo el año pasado. Y estamos hoy día con un desafío que no podemos seguir eludiendo; nosotros que somos “la generación del bicentenario”, tenemos una gran tarea, donde Uruguay y Chile por la situación de privilegio en que se encuentran hoy día en el contexto del Continente tienen que marcar el rumbo y tienen que señalar la ruta. El desafío grande y así lo hemos planteado de forma muy clara al pueblo chileno; lograr que antes que termine esta década podamos hacer de nuestros países, países desarrollados, países sin pobreza, países capaces de darles verdaderas oportunidades a todos sus hijos. Y sabemos muy bien, que esto ha sido el sueño de nuestros padres y de nuestros abuelos; siempre lo acariciaron, pero nunca lo lograron y corresponde a nuestra generación enfrentar ese gran desafío. Es verdad que Chile y Uruguay son países pequeños, pero no por eso no tenemos una misión, un compromiso que asumir. De hecho, Gabriela Mistral siempre decía que los grandes cambios de la humanidad habían sido impulsados siempre por países pequeños; y recordaba la Atenas del siglo de Pericles, recordaba el rol de ciudades como Alejandría o incluso las Repúblicas Italianas. Y en consecuencia el tamaño de nuestros países, que son pequeños en el contexto internacional, no debe impedirnos ponernos metas grandes.

MN: ¡Piñera pone ahí Caumont, una vara muy alta!, ¿no? porque él dice: “que el desafío antes del final de la década o sea antes que llegara el 2020, debía ser, que estos países tanto Chile como Uruguay intentaran ser países desarrollados, países sin pobreza”, dice, además, ¿no?

JC: Sí. Él menciona que Uruguay y Chile en ese momento están creciendo a un ritmo relativamente alto y que además son los países que tienen el ingreso per cápita más alto de América Latina. Eso es cierto, en esa época a pesar de los problemas que había en el Mundo, como los problemas de Grecia que él menciona, los problemas con la recuperación de Estados Unidos tras la crisis del 2008, las dificultades para crecer, etc. Dice él, bueno, eso se va a mejor, pero lo que tiene que ocurrir, es que hay que hacer eso sustentable. Cosa que es cierto. Entonces dice: para los países emergentes como Uruguay y Chile, hay determinados problemas, determinadas limitaciones para poder seguir creciendo. Entonces, ahí uno piensa, bueno ¿cuáles son esas limitaciones? Uno dice, pero miremos el Mundo y el Mundo; tengo el ejemplo de Corea: cuando salimos de la segunda Guerra Mundial, Japón por el “Plan Marshall” tiene un crecimiento sostenido muy importante.

En el año 1953 termina la Guerra de Corea y ahí empieza Corea, que era un país no tan bueno como Uruguay y Chile en ese momento; empieza a tratar de crecer. Y pasa a ser uno de los primeros países nuevos industrializados al cabo de cierto lapso. Y hoy en los veinte años que transcurre desde el 2011 hasta el 2021 – 2022, lo que vemos es que Corea multiplicó por 3.5 su ingreso Per Cápita.

¿Qué fue lo que pasó con Corea? ¿Es verdad entonces, qué los países de medio ingreso o como Uruguay y Chile tienen la trampa de la recuperación y el crecimiento sostenido o habrá otros problemas? Bueno ahí es donde se plantean algunas limitaciones para crecer, tanto en los países desarrollados, pero fundamentalmente en los emergentes.

MN: Bueno, de eso se trata. De pensar en aquel momento y venir al presente. Y para eso tenemos hoy, al profesor, economista Jorge Caumont.

MN: Estamos recordando la disertación del entonces Presidente Piñera, octubre de 2011. Eran años en el que Estados Unidos no lograba despegar de la crisis del 2008, su economía seguía siendo frágil como decía el profesor Caumont hace un rato. El sacudón de Grecia, bueno le ponía algunos interrogantes a la Unión Europea. ¿Se acuerdan de aquel apoyo gigante de Alemania, para que Grecia no se cayera y no pudiera cumplir con lo mínimo, para integrar la Unión Europea? Piñera alertó que las bonanzas de por aquí, tenían que generar un panorama mesurado que obligaban, dice a nuestros países, a mirar con atención lo que pasaba en el norte.

SP: Y por lo tanto vamos a tener que buscar dentro de nosotros mismos la fuerza para poder superar una crisis o una situación económica extraordinariamente difícil. Y en esto hay que ser muy claros; América Latina llegó tarde a la Revolución Industrial y por eso somos un continente subdesarrollado. No podemos llegar tarde a esta nueva revolución, que es mucho más profunda, mucho más extensa, que es la revolución de la sociedad moderna. De la sociedad del conocimiento, de la sociedad de la información. Y yo quiero decirles con mucha franqueza que tenemos mucho por hacer, para poder pararnos en esta nueva sociedad, en nuestros dos pies y poder realmente aprovechar las inmensas oportunidades que ofrece la sociedad moderna.

Nunca los países de América Latina habían tenido tantas oportunidades como las que tenemos hoy día. Porque él Mundo cambió, pero lo cierto es que este Mundo que cambió es muy generoso en oportunidades para aquellos países que quieran tomarlas y aprovecharlas. Pero puede ser indiferente e incluso cruel con aquellos que simplemente las quieran dejar pasar. Pensábamos hace poco tiempo atrás, que bastaba con una Democracia estable, con una conducción macroeconómica responsable, con una economía de mercado para poder hacer ese gran salto adelante y dejar atrás el subdesarrollo y la pobreza. Sabemos que esos pilares son necesarios, pero definitivamente no son suficientes; y tenemos que empezar ahora, con una voluntad y compromiso total a construir los nuevos pilares que nos van a permitir hacer esa transición hacia el desarrollo y dejar atrás la pobreza y todas sus secuelas. Y esos pilares son básicamente cuatro y creo que en los cuatro estamos atrasados. Y recordando esa maravillosa novela de Marcel Proust, tenemos que empezar a recuperar el tiempo perdido. Primer pilar, es que tenemos que mejorar la calidad de la educación de nuestros jóvenes y la capacitación de nuestros trabajadores.

En la sociedad del conocimiento y la información el ver qué en ningún país de América Latina, ranquea entre los cincuenta países de mejor calidad de educación en el Mundo y muchos de ellos están del lugar cien hacia abajo, es una desventaja insuperable. Y por tanto la revolución educacional de mejorar la calidad, el acceso, el financiamiento de la educación en todos sus niveles, particularmente en la educación preescolar donde tenemos nuestras mayores carencias, en la educación escolar y por supuesto también en la educación superior es uno de los grandes desafíos que América Latina no puede seguir eludiendo.

Las pruebas internacionales; las pruebas “timss”, las pruebas “pisa”, no nos dejan bien parados, ni siquiera comparándonos con países de igual nivel de desarrollo. Ahí hay una enorme tarea y es construir ese primer pilar. Segundo pilar, tenemos que invertir mucho más en materia de ciencia y tecnología. América Latina en promedio invierte menos del 1 % en ciencia y tecnología. Los países que lograron dar ese gran salto adelante, que yo mencioné anteriormente, lo hicieron, haciendo una verdadera revolución en sus sistemas educacionales e invirtiendo 3, 4, 5 % de su producto en ciencia y tecnología. Esa es una segunda gran tarea, misión o desafío que tiene América Latina.

MN: Ustedes lo escuchaban y lo veían. América Latina llegó tarde dijo, a la revolución industrial. Y Piñera decía hay una revolución a la que no podemos llegar tarde, que es a la de la información y el conocimiento, ¿y entonces?

JC: Bueno, yo creo que llegamos tarde a la “Revolución Industrial”, porque era un país, en el caso nuestro y en el caso de América Latina en el S. XIX, mediados del S. XIX hasta más adelante, un país, un continente relativamente aislado. Cuando vienen las inversiones británicas y de otras naciones a América Latina; y sobre todo cuando vienen las corrientes inmigratorias al país y a la región y al continente, es que llegamos a entender la necesidad de esa “Revolución Industrial”. Porque fueron esas inversiones y esos emigrantes quienes trajeron digamos “la noticia” de lo que se debía hacer con relativamente mayor productividad a menor precio y ocupando gente. O sea que yo ahí tengo cierta discrepancia en el sentido de que no fue por culpa nuestra, sino por el aislamiento que había en esa época. No es como hoy las telecomunicaciones y la economía de la información y demás; que hay instantáneamente te tiene al tanto de lo que está ocurriendo en el Mundo.

Con respecto a lo otro que dice Piñera, de incorporarnos a la economía de la información y a la revolución de la información tecnológicas que hay hoy, la contabilidad. Todo ese tipo de cosas, yo creo que el Uruguay se está incorporando. ¿Y por qué se está incorporando? Porque hay un efecto de demostración muy importante del resto del mundo que se transfiere por las comunicaciones que hay hoy tan fluidas en el mundo. O sea que, nos estamos incorporando, yo veo que hay una gran oportunidad de trabajo para mucha gente, que antes no existía, que las están aprovechando tanto para puestos en Uruguay trabajando a distancia con otras Naciones; además, como viajando por el resto del Mundo e instalándose en otras Naciones. Hay gente preparada para todo eso y hay la demanda por esas personas, por esa mano de obra calificada, lo que veo, es qué supera abiertamente…

MN: Sí, sí. Se habla de un sector con pleno empleo y que falta gente, además.

JC: Sí, falta gente, exactamente, sí, sí.

MN: El profesor Jorge Caumont nos está acompañando hoy, recordando esta “Conferencia Memorable” de Sebastián Piñera.

MN: Seguimos recordando algunos de los mejores momentos de aquella “Conferencia Memorable” de Sebastián Piñera, octubre de 2011. Llegó un momento esperando, porque ya se hacían sentir reclamos y movilizaciones que pedían educación terciaria gratuita para todos. Es decir, y a veces mirando a lo que es la educación terciaria pública del Uruguay. Los reclamos se extenderían hasta su segunda presidencia, que ocurrió hasta hace pocos meses. Pero como explicaba Piñera qué estaba haciendo al respecto y qué pensaba de esas reivindicaciones.

SP: En Chile tenemos un sistema mixto de educación, convive la educación pública, la educación privada. El Gobierno tiene un compromiso con la cabalidad de ambos sectores y tiene un compromiso especial con la educación pública, porque somos el Estado y tenemos que hacernos cargo en forma preferencial de la Educación Pública. Pero que es lo que hemos hecho; lo que hemos dicho es vamos por parte porque no se puede hacer todo en un día, si uno lo quiere hacer construyendo sobre roca y no sobre arena.

Lo que nuestro Gobierno ha hecho es: 1) garantizar por primera vez en nuestra historia que todo estudiante con mérito perteneciente al 40 % de los hogares más vulnerables va a tener garantizada su beca por parte del Estado. Eso nunca había ocurrido, eso significa prácticamente duplicar el esfuerzo de becas que vamos a tener que hacer el próximo año con respecto al que tenemos hoy en día. 2) No solamente garantizar las becas al 40 % más vulnerable, sino que también ir al próximo 20 % y con un sistema que combina becas y prestamos, lograr que ese próximo 20 %, con lo cual ya estaríamos cubriendo al 60 % de los estudiantes, tenga una combinación parte becas, parte préstamos; y al resto de los estudiantes establecer sistema de créditos en condiciones mucho mejores que las que existían hoy en día. Por eso hay un proyecto de ley que en el fondo reduce un 40 % el costo del pago de esa deuda para esos otros estudiantes. Ahora por supuesto, todos quisiéramos ir más rápido, todos quisiéramos resolver todos los problemas en un instante, pero lo cierto es que el tema de la Educación Gratuita para todos desgraciadamente no es algo que hoy día, podremos hacer en nuestro país.

Pero además de que no es factible, eso cuesta cinco mil, seis mil millones de dólares. Pero además hay otras prioridades también y por tanto financiar con los impuestos de los más pobres la educación de los más ricos no necesariamente es algo que sea justo. Como tenemos un fuerte compromiso con reducir las desigualdades en nuestro país, con derrotar la pobreza; tenemos que focalizar los recursos públicos que siempre son escasos y por eso nos topamos en esto, no por una diferencia de objetivos. Todos quisiéramos y por supuesto nuestro Gobierno el que más, hacer una reforma que garantice educación de calidad para todos los niños, que garantice educación gratuita para los sectores más vulnerables y los sectores de clase media necesitada. Y que esa garantía no solamente se extienda a la educación superior, sino que tal vez se extienda con mayor prioridad y con mayor énfasis a la educación prescolar.

Porque ahí vamos a poder corregir las diferencias que viene desde la cuna, que se extienda a mejorar la calidad de la educación escolar y también por supuesto a la educación superior. Y por tanto tenemos plena coincidencia en esta necesidad de hacer un gran cambio en la calidad, acceso, financiamiento y cobertura de nuestro sistema educacional en todos los niveles, prescolar, escolar y superior. Dónde tenemos diferencias: 1) Es que la demanda de educación gratuita para todos no es factible si al mismo tiempo queremos mantener equilibrio macroeconómico y queremos atender a otras necesidades, en la educación prescolar, en la educación escolar, la lucha contra la pobreza, la lucha contra la delincuencia, el superar nuestro déficit de infraestructura. Pero tampoco creemos que esa causa que aparece como una causa muy justa, tampoco creemos que sea tan justa como aparece. Porque insisto en un país que tiene que optar no nos parece justo que con los impuestos de los más pobres estemos financiando la educación de los más favorecidos. Por eso lo que hemos optado es un sistema mixto.

Educación gratuita para los más vulnerables y la clase media necesitada; una combinación de becas y préstamos para el siguiente segmento y un sistema de préstamos universal para todos los demás. De una forma de garantizar una cosa, ningún joven talentoso de nuestro país se va a quedar fuera de la educación superior por falta de recursos.

MN: Un “Talón de Aquiles” de los Gobiernos qué precedieron a Boric, lo de la educación pública y lo de la educación terciaria, ¿profesor?

JC: En primer lugar, lo que tenemos que decir es que la educación, es un factor, la incorporación de la educación a los trabajadores en general, es un factor de crecimiento económico muy importante; en el sentido que aumenta la eficacia y la eficiencia productiva. Es decir, en una función de producción de una empresa, perdón de un país; lo que vemos es que, depende de la inversión en tecnología, depende de la inversión en maquinaria, depende de los trabajadores que emplee. Y dentro de los trabajadores, las distintas formas de capital humano; por lo tanto, es muy importante la educación a todo nivel, para aumentar el capital humano que contribuye a la producción de un país. ¡Ta!

Microeconómicamente hablando, es decir en teoría económica decimos la función de producción del país debe tener tales y cuales argumentos, es decir tales variables. Una de ellas es la incorporación del capital humano en las distintas formas de trabajo, eso es la primera cosa. Por lo tanto, la educación es tremendamente importante. Ahora, lo que dice Piñera es que a él lo acosaron por el tema de la educación privada, pública, perdón a nivel terciario. Es decir, la universidad y él sale muy bien parado de todo esto. Porque dice lo siguiente, nosotros ideamos un mecanismo por el cual algunos le damos, a otros le damos a medias y a otros no le damos nada.

MN: Todo un sistema de becas.

JC: El sistema de becas. Becamos algunos que están dentro de determinado grupo de la población con determinados recursos, a esos los becamos; a los otros los becamos y les cobramos algo porque están en determinado sector de la población que tiene recursos más grandes y otros que tienen que pagar. Así es nuestro esquema dice él. Yo creo que está bien; es decir, porque además agrega y tiene razón que hay un problema no es solamente la educación a la que hay que bancar digamos o financiar desde el sector público. El Estado tiene que financiar también a la seguridad social, a la vivienda, a la salud, etc. Y para todo no hay dinero, en el sentido, bueno hay que aumentar los impuestos como se dice acá. Pero si bueno, pero llega un momento que la capacidad contributiva de la gente ha sido tan abatida, es decir tan la capacidad bajó tanto, debido a la cantidad de impuestos que hay, que eso afecta a la inversión. Porque el ahorro que eventualmente se podría tener, no se invierte más, sino que se distribuye de determinada manera. Y por otro lado lo que vemos es que eso reduce el empleo.

¿Entonces los nuevos que reciben toda esa ayuda, van a ser capaces para en el futuro ser ellos los que puedan financiar a los que vienen y estar en la misma situación? ¿Y estarán en la misma situación de lo que están ellos hoy? Entonces, a veces uno dice, sí hay que financiar, hay que entregar, hay que elevar la distribución del ingreso mejorarla, hay que elevar el ingreso. Pero hay un problema fiscal ¿de dónde salen los recursos? Es decir, hay un problema económico, a mí me gustaría hacer, como le digo a mis alumnos los primeros días de clase para enseñarles lo que es un problema económico. A mí me gustaría tener un semaner, un mueble con siete cajones.

El primer día, voy a trabajar el lunes y saco una llave de un Lamborghini que estábamos hablando hoy; al otro día, al martes sacar la llave de un Testarossa, eso es lo que yo quiero, pero no es lo que puedo. Entonces hay que ver, eso es un problema económico ¿cómo asignar lo que uno tiene al satisfacer al máximo las necesidades? Y llega un momento que no se puede satisfacer a todo el mundo, en todo momento porque se entra en déficit que tienen que ser financiados con créditos y pagados por las futuras generaciones que no usufructuaron eso que ocurrió cuando incurriste en el déficit.

MN: ¡Qué tema no! Lo estoy escuchando con atención y la educación terciaria en el Uruguay cuando se estaba elaborando el presupuesto y la rendición de cuentas; la Universidad obviamente se quejó por algunos recursos que faltaban. Por allí un planteo de que el fondo de solidaridad no se cobrara más. Entonces uno piensa hay familias que de repente pagan y no es un juicio de valor, es un hecho objetivo, por sus hijos hasta cuarenta o cincuenta mil pesos en determinados colegios en quinto y sexto de bachillerato. Y como decía en broma un amigo mío que tiene mucho dinero, estábamos diciendo que llegara a la Universidad para no pagar más nada. Es decir, lo decía como una ironía, pero era totalmente real; uno de sus hijos entro a la Facultad de Medicina y pasó de pagar cuarenta mil pesos por mes en un colegio, no importa el nombre, a no pagar nada.

Pero eso no está ni siquiera en discusión; cuando la Universidad busca recursos tampoco dice bueno de repente… Si yo le hablaba antes de empezar la grabación de algunos de mis viajes a China Comunista. Que ellos definen como “Socialismo de Mercado”, para que usted profesor se ría. Así me lo definieron al régimen “Socialismo de Mercado”, no lo leí, me lo dijeron “Socialismo de Mercado”. Hay familias acomodadas que pagan algo, hay familias que no pagan nada y la mayoría no paga nada. Pero, bueno simplemente me hizo hacer esta reflexión, porque seguro, vaya tema, ¿no?

JC: ¡No! Es una cosa evidente, ¿pero qué objetivos políticos no la traen a la discusión? Objetivos políticos de quienes podrían traerla a la discusión ¿y no la traen?

MN: Sí, ¡se pierden votos!

JC: Sí, se pierden votos. Me refiero a lo siguiente. ¿Quiénes son en definitiva los que van a pagar a esos que tienen relativamente más dinero que los otros? ¿Quiénes son los que la van a financiar si ellos no pagan en la Universidad? ¿Quiénes son, quiénes son? Los que pagan impuestos. ¿Y quiénes son los que pagan impuestos? Y bueno, hay mucha gente pobre que paga impuestos, hay mucha gente de clase media que paga impuestos. Entonces eso también lo decía Piñera y tiene razón; lo que me están proponiendo es que yo, decía él, es que grave a las clases bajas, para hacer gratuita la enseñanza de estudiantes de clase alta. Y eso en Uruguay no se discute y es cierto.

MN: Entrando ya en la parte final de Sebastián Piñera, el Expresidente Chileno que estaba en su primer mandato dijo: “No quiero meterme en la vida política y las decisiones de este país”, se negó a dar recetas o consejos. Dijo textualmente: “Cada país debe encontrar su propio camino, su propia salida, su propio modelo”.

SP: Yo no quiero interferir con la política interna uruguaya. Pero sí creo, de que tanto Uruguay como Chile y esto es válido para todos los países de América Latina, tenemos que hacernos cargo que estamos muy atrasados en esos cuatro nuevos pilares que tenemos que construir. Nuestros sistemas educacionales no están dando la educación que nuestros niños y jóvenes requieren para desempeñarse con oportunidades en esta sociedad; que es la sociedad del conocimiento y la información. No estamos invirtiendo lo suficiente en ciencia y tecnología. No estamos impulsando con determinación lo que es la capacidad de innovar, la capacidad de emprender; al revés muchas veces hacemos justo lo contrario y creemos que los emprendedores y los innovadores son el problema. En circunstancias que a mi juicio son parte de la solución. Y finalmente tampoco hemos logrado crear sociedades integradas; que den cierta verdadera igualdad de oportunidades, que reduzcan las desigualdades excesivas, que logren comprometerse derrotar en un plazo breve los niveles de pobreza en muchos casos son escandalosos. En nuestro país, el proyecto del Gobierno que yo tengo el honor en encabezar está centrado precisamente en eso; en comprometernos a esa meta, de hacer de Chile un país desarrollado y sin pobreza antes que termine esta década. Y la verdad es que no es fácil.

En nuestro país tuvimos un período, que muchos califican como un período de “vacas gordas”, que fue entre el año 1987 y el año 1998, once años; durante esos once años recuperamos nuestra Democracia. Lo hicimos de forma ejemplar, normalmente los tránsitos entre los gobiernos militares o autoritarios a los gobiernos democrático se hacen en medio de crisis económica, violencia social y también caos político, no fue el caso de Chile. Y durante ese mismo período de once años, la tasa de crecimiento de nuestro país superó al 7.3 – 7.5 %. Desgraciadamente nos golpeó muy fuerte la crisis del año 1998 y desde entonces la capacidad de crecimiento de la economía chilena se empezó a debilitar. Por eso es que una de las tareas que nuestro gobierno se comprometió a enfrentar, era recuperar el dinamismo, la capacidad de crecimiento, la capacidad de creación de empleos. En el primer semestre de este año Chile, creció un 8.4 % y logramos crear el año pasado medio millón de empleos; que es como un 7 % de nuestra fuerza de trabajo.

Eso representa si lo lleváramos al caso de Uruguay, haber creado ciento cincuenta mil empleos. Y por tanto tenemos que darnos cuenta de que la tarea del desarrollo no es un problema de crecer un año, dos o tres años. Vamos a tener que hacer un esfuerzo que va a tener que durar toda esta década. Ese es el tema dónde cada país tiene que encontrar su propio camino, su propio modelo. Pero yo sí creo, que cualquiera sea el camino, cualquiera sea el modelo, cualquiera sea la ideología, cualquiera sea la connotación política, ningún país va a ser capaz de superar el subdesarrollo y la pobreza, sino construye y rápido estos cuatro nuevos pilares del desarrollo. Y siento que, en eso, no estamos haciendo lo suficiente, no estamos avanzando con la suficiente velocidad y esa es tal vez la misión o el desafío más grande que vamos a tener que enfrentar. Y por supuesto Uruguay y Chile que son los dos mayores ingresos per cápita en América Latina, tienen que mostrar un camino, mostrar un rumbo; porque en esto, algunos piensan que solos podemos avanzan más rápido.

Pero yo estoy convencido que unidos y juntos vamos a avanzar más lejos. Ahí hay otro desafío que es la integración de nuestro Continente; que todavía tiene, es cierto, muchas instituciones, muchas organizaciones, pero poca integración real. Como Presidente a uno lo invitan a “las cumbres”, y yo digo que ya no parecen “cumbres”, ya parecen “cordilleras”. Porque la “Cumbre de la UNASUR”, la “Cumbre del MERCOSUR”, la “Cumbre Iberoamericana”, la “Cumbre de la Comunidad de las Naciones”, la “Cumbre de la OEA”. Tenemos tal vez, muchas Instituciones, pero falta lo más importante, que es la verdadera voluntad de integración de nuestro Continente. Y finalmente yo quiero decir que esta es una responsabilidad nuestra, ya no le podemos echar la culpa al mundo central, a los imperialismos, a los socialismos o a cualquier ismo como acostumbrábamos a hacer en América Latina. Es nuestra responsabilidad, es nuestra misión; ¿si no somos nosotros? ¿quién? y ¿si no es ahora? ¿cuándo? Termino recordando una anécdota que se la atribuí a San Agustín, que le preguntaban en momentos muy difíciles en esos tiempos; ¿cómo hacer para que los tiempos fueran mejores? Y San Agustín decía “los tiempos son como los hacen los hombres, seamos mejores, los tiempos serán mejores”. Muchas gracias.

MN: Y fíjense, qué detalle. ¿No? Yo subrayo solo una cosa profesor. Dice: “No estamos haciendo todo lo que tenemos que hacer para pegar el salto que nos permita a países como Chile y Uruguay, crecer y echarle la culpa a los demás”.

JC: Sí, es verdad. O sea, hay cosas que evidentemente afectan al comportamiento macroeconómico de un país. Cosas que son impredecibles, factores exógenos, como por ejemplo “la pandemia”, eso afecto al crecimiento. Pero hay otras cosas que son condiciones necesarias, no suficientes, para que un país tenga un crecimiento sostenido. Por ejemplo, que haya estabilidad económica. Cuando me refiero a estabilidad económica, me refiero a estabilidad de precios. Uruguay no ha tenido estabilidad de precios desde nunca; recién en los últimos años ha tenido inflaciones por debajo de los dos dígitos.

Pero no alcanza, eso no es estabilidad, porque a veces se desbanda de ese rango hasta diez. Por lo tanto, si no tienes estabilidad, no vas a tener la posibilidad de crecer sostenidamente. En segundo lugar, debes tener una economía que sea abierta, de modo tal, que ocurran cosas como, por ejemplo, la demanda mundial mucho mayor que la demanda local permita que haya inversiones. Y debes tener una política fiscal que sea relativamente saludable en el sentido del resultado. Porque si permanentemente tienes un problema fiscal que tienes que financiar el resultado en el exterior y cosas por el estilo; y además lo complementas con aumentos tributarios, llega un momento que el ahorro que vos tienes se va para las inversiones que necesitas para mantener el crecimiento de la producción y del empleo. O sea, hay cosas que se necesitan, pero no son suficientes. ¿No sé si me explico?

MN: Sí, muy claro.

JC: Tener una política macroeconómica, fiscal, monetaria, cambiaria que sea consistente. Tener una política de mediano y largo plazo que sea también de apertura económica, mucho más de la que tenemos hoy. Yo recuerdo que Uruguay en una época no podía importar, estaban prohibidas las importaciones. Después se liberaron, pero seguían siendo relativamente muy altos los aranceles llegó un momento incluso que se podían importan seis tipos de auto y nada más. Cuando se liberó todo eso contra lo que pensaba todo el mundo, que iba a haber desempleo y cosas por el estilo. Lo que logramos ver, fue que la evidencia empírica nos mostró que el consumidor se benefició y la inversión creció. Entonces políticas de corto plazo relativamente consistentes, fiscal, monetaria, cambiaria. Y políticas de mediano y largo plazo, como por ejemplo la política comercial que sea de apertura.

MN: Yo recuerdo siempre mi niñez, cuando me mandaban a la ferretería entonces me decían: determinado producto me decía el ferretero “sale tanto, pero tengo el nacional también”, que valía diez veces menos, pero era una porquería. Digo, con todo respeto, pero era un poco lo que pasaba. Le quiero hacerle una última pregunta profesor: el fenómeno de Piñera para el parámetro de la economía uruguaya, un multimillonario; el fenómeno de Mauricio Macri en Argentina también para el parámetro uruguayo lo decía el Cr. Damiani decía “acá no tenemos ricos, sino riquitos”; se acuerda que decía el Cr. Damiani con sus frases. ¿No se ha dado en Uruguay que un gran empresario deje sus empresas y se meta en política y llegue a la presidencia? Es un fenómeno que acá no está.

JC: Sí, es verdad. ¡Será porque no hay muchos ricos en Uruguay o ricos políticos o políticos ricos! No, no es común. Yo creo que, no veo, digamos que pueda existir en los próximos años una situación de ese tipo. Es decir, creo que el inversor, el rico, la persona que es relativamente rica, lo que va a hacer es tratar de mantener su riqueza trabajando, invirtiendo, etc. Está más propenso a eso, que a la política. No ocurre eso en el sentido del trabajo a la política. Por ejemplo: gente del PIT-CNT vemos que está acercándose furibundamente a la política. Hoy el presidente de la oposición era del PIT-CNT.

MN: Sí, sí. El presidente de la Central Sindical.

JC: El Presidente del PIT-CNT, vemos que opina más allá de las relaciones laborales y va a los problemas, digamos, que dice que afectan a los trabajadores. Pero cuando hubo la oportunidad, existió la oportunidad de hacer algo en el mismo sentido que va todo esto para solucionar problemas, que no afectaran a los trabajadores, no se dieron a conocer.

MN: Me quedé pensando como la excepción, a Juan Sartori, por ejemplo. ¿No? Pero seguro, porque cuando yo pongo el ejemplo, alguien estará mirando diría ¿se olvidan de Juan Sartori? Porque alguien que declara en la Declaración Jurada cien millones de dólares, es seguro alguien poderoso para el parámetro uruguayo.

JC: Sí, pero miremos nosotros el caso de Macri. Debió tener una trayectoria muy escalonada. Primero BOCA, que le fue muy bien, después el Gobierno de Buenos Aires. Además, tuvo algo a favor muy importante, que estuvieron como presidentes anteriores a él, gente que uno dice: ¿esta gente puede llegar a ser presidente?; ¿Néstor Kirchner, la esposa de Néstor Kirchner? Uno miraba eso y decía, pero ¿cómo puede ser qué sean y declaren las cosas que declaran y la gente los vote? Y Bueno, ahí está, digamos declaraban populisticamente y daban dinero. Y bueno, eso fue lo que pasó.

MN: Profesor, economista Jorge Caumont, muchísimas gracias por haber compartido estos minutos.

JC: No, por favor, un gusto.

MN: Hasta aquí hemos compartido otra de las “Conferencias Memorables”, de la Asociación de Dirigentes de Marketing.